Pobreza, salud y educación preocupan a la juventud

Según encuesta realizada entre jóvenes, EL DIARIO publica, en su edición del domingo 5 de febrero, opiniones y criterios de quienes han tomado conocimiento de un museo en la localidad de Orinoca con la inversión de 7 millones de dólares. Opina la mayoría de los jóvenes que así como se hizo esa obra innecesaria y faraónica, bien podría haberse invertido esa suma en la atención de la educación, la salud y combatir a la pobreza.

El grave problema de descuidar la salud y la educación adquiere, conforme pasa el tiempo, contornos cada vez más graves, puesto que la no solución de esos problemas determina que la pobreza extrema se incremente gravemente en el país. Son, pues, los jóvenes no solo esperanza del mañana, sino que son vida y conocimiento de hoy. Ellos serán los que de aquí a pocos años, tendrán que buscar soluciones para los múltiples problemas que afligen al país.

Que los jóvenes opinen sobre temas coyunturales, como señala la encuesta, es muy positivo porque muestra que ellos no solamente están dedicados al estudio o a trabajar, sino que se sienten angustiados y preocupados por lo que ocurre en el país y toman a la pobreza, la educación y la salud como misiones importantes que deberían cumplir las autoridades, que muchas veces minimizan los problemas tan solo por dar paso a construcciones faraónicas que mayormente no tienen sentido, como es el caso de un nuevo palacio presidencial o suntuosos edificios como las ampliaciones del palacio Legislativo y el edificio del Ministerio de Economía o, además, gastos innecesarios en que se empeñan las autoridades tan solo en propaganda y publicidad.

Será muy importante que tanto las autoridades de gobierno como los partidos políticos y las instituciones universitarias tengan en cuenta los sentimientos, opiniones, ideas e inquietudes de una juventud que está ansiosa por ser oída, tomada en cuenta por la conciencia que tienen de los problemas nacionales. Para los jóvenes la salud, la educación y las acciones contra la pobreza son cuestiones que no sólo deben ser consideradas por los gobiernos sino también por quienes actúan en el llano, como son los partidos políticos y, en grado extremo, por las universidades que deben aportar sugerencias y remedios que el país requiere para enfrentar lo planteado.

Que jóvenes emitan sus criterios, aporten ideas, se preocupen por la situación es plausible, especialmente si lo hacen con plena conciencia de que es en la juventud cuando se debe tomar conciencia de país, desterrando la indiferencia o el nomeimportismo, como muchas veces se hace por el simple hecho de que las capas de dirigentes del país no los toman en cuenta y menos hacen caso a sus pensamientos y criterios.