Muestra inspirada en el Carnaval de José Bayro Corrochano

El maestro José Bayro regresa luego de casi una década de ausencia a Bolivia, con una exposición de 53 piezas, titulada “Cuando el río truena, las matracas suenan”, inspirada en el carnaval, una de las actividades culturales más importantes del país, que cada año atrae a innumerable cantidad de visitantes, quienes disfrutan de las tradiciones andinas y populares.

En sus lienzos reune a comparsas conformadas por bailarines y músicos, enfundados en coloridos trajes llenando de emociones a los turistas.

Bayro Corrochano a crear un conjunto de obras en las que se plasmarán rasgos particulares de la cultura boliviana, tomando como elemento icónico “las matracas”.

La colección se integra de obras gráficas en agua fuerte, agua tinta, punta seca, serigrafías y litografías, además de óleos sobre oro, óleo sobre vidrio, óleos sobre lámina, óleo sobre lienzo, y una escultura de bronce con baño de plata, un huevo de avestruz, perlas y granates; además de su arte objeto: una matraca trabajada con hojas de oro, bolivianitas y perlas.

La exposición será inaugurada el martes 7 de marzo, en la Galería Mérida Romero-Espacio de Arte, donde habrá un acto en alusión al carnaval y el eje conductor “La matraca.

En la oportunidad se compartirá un coctel “México- Bolivia”, y se contará con la presencia de los miembros de la Embajada de México en Bolivia. La exposición estará abierta al público durante tres semanas.

EL ARTISTA

José Miguel Bayro Corrochano nació el 19 de marzo de 1960, en Cochabamba. Estudió Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México y la Maestría en Artes Visuales en la Academia de San Carlos en la misma ciudad Ciudad, México, donde estudió escultura, litografía, grabado, serigrafía y cerámica con los maestros Adela Noriega, Raúl Soruco, Carolina Muciño, entre otros.

En la obra de Bayro la figura humana es el centro y el resto se vuelve casual. Ha presentado sus obras en los museos más importantes de Canadá, Bolivia, México, Estados Unidos, Francia, Holanda, entre otros países.

Es pues un artista sin fronteras, no sólo por su condición multinacional y la presencia de su obra en tres continentes, sino porque “su trabajo revela sensibilidades de distintas épocas y geografías”, afirmó la experta Liuba Ramírez.