Científica colombiana Tatiana Sanjuan
• Ayudarán en la reducción de poblaciones de insectos, sin afectar los cultivos y convirtiéndose en una alternativa ecológica contra el uso de insecticidas químicos que devastan ecosistemas.
En Bolivia, existe una diversidad de especies de hongos entomopatógenos que son organismos provenientes de la naturaleza, capaces de ejercer un control biológico para la reducción de las poblaciones de insectos como las langostas que invadieron los campos agrícolas de Santa Cruz, sin afectar los cultivos y convirtiéndose en una alternativa ecológica contra el uso de insecticidas químicos que devastan los ecosistemas.
La científica colombiana, Tatiana Sanjuan que investigó en la región del Madidi y que presentó una conferencia magistral la semana pasada en la carrera de Biología de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), afirmó al portal CienciaBolivia que, en el país existe un gran potencial de hongos desconocidos hasta el momento y que pueden descubrirse otras nuevas especies, “pero que hay que trabajar y conseguir bolivianos que se interesen por su propia biodiversidad”.
En relación a las langostas que actualmente invaden los campos agrícolas de Santa Cruz, Sanjuan considera que la plaga debe tener algún control natural en un lugar que puede estar alrededor de la zona que está siendo atacada, es ahí donde se debe tratar de localizar el controlador biológico. “Hay que hacer un trabajo de biotecnología”, dijo la investigadora.
Los hongos entomopatógenos han evolucionado de tal manera que pueden enfermar a un determinado insecto –remarcó la reconocida científica de Colombia–, matarlo en 48 horas y en unas dos o tres semanas producir cuerpos fructíferos (estructuras reproductivas del hongo), para hacer todo esto existió una evolución que impide que sean contaminados por otros organismos, ni consumidos por otros insectos, de tal manera que ellos puedan permanecer hasta lograr su reproducción nuevamente. “Estas propiedades que tienen para sobrevivir son las que los humanos podemos utilizar a favor nuestro para ciertas enfermedades”, agregó.
Ejemplificó que para las langostas de la familia Lacóstidus (a este grupo pertenece la especie bíblica de las Plagas de Egipto) existen varios microorganismos que los atacan y que están relacionados con el género de hongo Beauviera bassiana; sin embargo, en África para la especie Schistocerca gregaria –langosta del desierto– se ha realizado el aislamiento de un hongo virulento denominado Metarhizium acridum.
INVASIÓN DE LANGOSTAS
El 27 de enero de este año se registró la aparición de langostas de la especie Schistocerca cancellata que invadieron extensos terrenos de cultivos en del departamento de Santa Cruz en un radio aproximado de más de 17 mil hectáreas agrícolas. Entre las acciones ejecutadas por el gobierno se cumplió con la fumigación aérea en cuatro mil hectáreas utilizando insecticidas químicos.
Actualmente se realiza el control de la plaga de langostas en los municipios cruceños de Cabezas, Charagua, Boyuibe y Pailón con el apoyo de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y por sugerencia de los técnicos del Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria (Senasag) de Argentina que también participan en la tarea, se prioriza el fumigado terrestre de las zonas que tienen el rebrote de ninfas y los sitios de posturas de huevos de langostas.
CONTROL BIOLÓGICO
Los hongos entomopatógenos son organismos con centenares de especies, muchos de ellos nativos de acuerdo con la región donde se encuentren y como todo ser vivo, tienen un ciclo vital y ciertas funciones ecológicas como es el control biológico, ya que se desarrollan encima del insecto afectado considerado el hospedero. Cuando las esporas de los organismos entran en contacto con la cutícula o piel del insecto, su micelio o raíz, lo penetra colapsándolo y quitándole la vida, luego el hongo “esporula” o dispersa sus esporas iniciando nuevamente el ciclo.
“Es voluntad política, es más fácil y económico aplicar químicos y no requiere de la capacitación de los campesinos o agricultores, pero a largo plazo puede ser incluso más económico utilizar controladores biológicos, ya que una vez usados se puede dejar de hacerlo luego de controlar la plaga”, aseveró la micóloga (experta en el estudio de los hongos), que realizó una tesis doctoral con la que evidenció que estos organismos son específicos para distintos insectos que son sus hospederos.
Informó que es un estudio a largo plazo –el manejo biológico– y que requiere inversión de parte del gobierno y de las instituciones de investigación. “Al revisar ejemplares del Herbario Nacional de Bolivia se puede evidenciar la existencia de hongos en determinadas colecciones bolivianas”, agregó.
Recomendó que hay que tener en cuenta que donde se encuentra la plaga de langostas –una región agrícola de Santa Cruz–, existe una profunda radiación solar y una mayor temperatura, lo cual afecta a los organismos controladores, por lo que “cuando se piense hacer bioinsecticidas hay que tomar en cuenta las emulsiones que protejan las esporas de la radiación ultravioleta y la desecación”.
“No digo que no se usen químicos, hay que utilizarlos cuando el problema es demasiado grande, pero a largo plazo para que no vuelva a aparecer hay que encontrarles –a las langostas– el controlador biológico”, resaltó la científica colombiana.
En su disertación magistral, Tatiana Sanjuan se refirió también al comportamiento de los insectos, ilustrando a las “hormigas carpinteras” que cuando son afectadas por los hongos virulentos, dejan de comer y buscan ciertos tipos de árboles para morir, mientras que las “hormigas cortadoras de hoja” no son afectadas, ya que ellas evolucionaron primero y lograron producir “metabolitos antifúngicos” o químicos que segregan sus cuerpos y que las protege de los hongos.
La científica colombiana que recorrió la región del Madidi en Bolivia, considera que al interior de los bosques no se habla de un control biológico, sino de un equilibrio biológico que se origina naturalmente en los ecosistemas.
“A mayor preservación de un ecosistema mayor diversidad en hongos entomopatógenos e interacciones, pero a mayor perturbación dada por la quema de áreas para los cultivos, la deforestación y la agricultura, la biodiversidad es menor”, concluyó Sanjuan. CienciaBolivia
DATOS
- La Sociedad Boliviana de Entomología (SBE) propone desde enero la investigación de los hongos nativos para controlar a las langostas.
- Los investigadores bolivianos consideran que esta forma de control biológico es más amigable con la naturaleza.
- Los miembros de la directiva de la SBE alertaron sobre el uso de insecticidas químicos que afectan por meses a los ecosistemas y especies de insectos, aves y peces.
- Los entomólogos descubrieron en febrero un grillo afectado por un hongo entomopatógeno en uno de los bosques del norte de La Paz.
Los planes de control de langostas deben ser interdisciplinarios con la inclusión de laboratorios para el estudio del comportamiento y la ecología de los insectos.
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