Rolando Kempff Bacigalupo
La política exterior de Estados Unidos de Norteamérica, la mayor potencia del mundo, sufrirá cambios considerables durante la ahora llamada “Era Trump”. El presidente de este país (Donald Trump) está decidido a cumplir con su oferta electoral, de aplicar políticas proteccionistas que afectarán de manera especial a los países latinoamericanos. Estados Unidos busca una relación bilateral, entre países para definir su interés nacional con los mismos.
Las exportaciones de Bolivia están en gran parte compuestas por commodities: gas, minerales y soya que no tienen problemas de colocación en el mercado internacional, únicamente podría afectar colateralmente con Argentina y Brasil.
El comercio exterior entre Bolivia y Estados Unidos tiene una balanza comercial casi equilibrada. Las importaciones durante la gestión 2015 fueron de 1.035 millones de dólares, mientras que las exportaciones alcanzaron 1.054 millones de dólares. Por otra parte las remesas de los bolivianos al país podrían disminuir, en 2015 se recibió 194 millones de dólares y en 2016 solo 170 millones de dólares.
Se está viviendo un nuevo contexto internacional con la elección de Trump, el Brexit y el retorno al mundo bilateral. Esta realidad debe ser el impulso que esperaba Latinoamérica para reforzar sus procesos de integración. De esta forma podrá enfrentar con mayor éxito el cierre parcial del mercado estadounidense a la producción latinoamericana.
Y no olvidemos que esta región tiene una amplia trayectoria en lo que se llaman procesos de integración. Hace más de 5 años recordaba en mi libro “Hacia el Atlántico en mérito al Tratado de la Cuenca del Plata”, que el tema de la integración, la unión económica y política de los países de Sudamérica data desde 1810, cuando Simón Bolívar convocó a una confederación y se planteó “un consenso latinoamericano a celebrarse en Panamá, con el objeto de crear una Liga y Confederación perpetua entre las Repúblicas Sudamericanas”. Fue la inspiración de Simón Bolívar para plasmar la Gran Patria.
Por lo tanto, es urgente tomar conciencia, practicar y alentar la integración expansiva de forma bilateral y multilateral como el de la Cuenca del Plata, el Mercado Común del Sur (Mercosur); Fondo Financiero para el Desarrollo de la Cuenta del Plata (Fonplata); Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA); la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Unión de Naciones Suramericanas (Unasur); Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA); Uruguay, Paraguay y Bolivia (Urupabol) y otras instancias como Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), que en el caso de nuestro país, tienen comprometida su participación activa en cuanto a economía, comercio, mercado, infraestructura multi e intermodal, ciencia, tecnología e integración y otras. Un accionar coordinado de todos éstos puede hacer realidad al sueño de una América del Sur unida.
Lo atractivo del Mercosur es que integra un mercado mayor a 300 millones de consumidores y un PIB de más de 800.000 millones de dólares. El Mercosur es el mayor productor de alimentos del mundo. Con respecto al tamaño del mercado es conveniente hacer algunas precisiones. No debemos olvidar que la Integración es un proceso que se lo construye cada día con persistencia, con voluntad y con decisión de romper barreras que detienen los intereses nacionales. América del Sur tiene reservado un papel de singular importancia en la economía de Siglo XXI, para ello, la consolidación de su capacidad de oferta y demanda frente al gran mercado global, exige una clara definición de sus propios mecanismos de distribución y aprovechamiento de los mercados internos y espacios económicos sudamericanos, como primer paso.
Es importante para Sudamérica avanzar en esquemas de integración hacia zonas de libre comercio, unión aduanera, monetaria, arancel externo común integración política, económica y social que le daría un poder de contestación.
Según el Banco Mundial, la economía de Latinoamérica a precios de mercado (Paridad de poder adquisitivo), llega a ser la 3ª más grande y potente a nivel mundial. Para Bolivia, la CAN y Mercosur es importante completar un acuerdo de integración con la Comunidad Económica Europea.
Por encima de diferencias políticas, a nuestro país le toca entender y poner en funcionamiento todo cuanto hace a la integración regional, multilateral y bilateral como un desafío histórico.
El autor es Economista con Post Grado; Doctorado Ph. D en Relaciones Internacionales de la Universidad del Salvador de Argentina y Académico de Número de la ABCE (Academia Boliviana de Ciencias Económicas).
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