La garganta presidencial en Cuba

Con la responsabilidad periodística que la caracteriza, mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo se extrañó ante la presencia del Lic. Álvaro García Linera en el puesto del legítimamente presidente vitalicio Evo Morales; al percibir ese trueque preguntó dónde se encontraba el titular, respondiéndole que éste ya estaba en Cuba con una grave enfermedad conocida como sinusitis, algo que sorprendió a la periodista, pues ella me había curado muchas veces de tan sencillo mal, lo que la hizo sospechar que su admirado líder sufría de algo más.

Como ella se hallaba enterada de que varios médicos bolivianos habían sido consultados, sospechó que el ilustre enfermo sufría de algo más grave.

Al referirme ella esas anteriores circunstancias, empezó a llorar, temiendo alguna dolencia que podría dejarlo “ch’aja” para siempre, terrible posibilidad para un político acostumbrado a pronunciar discursos e informes durante cinco horas seguidas… situación que mermaría sus posibilidades de orador longplay.

Tuve que explicar a mi comadre cochabambina nacida en Quillacollo que en Cuba la ciencia está muy avanzada para esta clase de males, pues durante muchos años cuidó de las cualidades oratorias de un ser casi mítico, como fue Fidel Castro, quien asombró al mundo con sus discursos de larga duración, además de haber disfrutado de una longeva vida salpicada de hechos que asombraron al mundo.

Este antecedente devolvió la esperanza a la audaz periodista, quien creyó que nuestro Evo Morales volvería a practicar sus habilidades oratorias, siendo ese el motivo de su viaje a la isla caribeña.

Sin embargo la prensa continental nos hizo saber que por casualidad también se encontraban en La Habana ex guerrilleros como el colombiano apodado Timochenko y otros de raigambre socialista, aspecto que seguramente desconocía nuestro presidente Evo, quien con toda inocencia sólo buscaba un remedio para su privilegiada garganta, hoy amenazada por virus desconocidos, circunstancia esta que nos devolvió la esperanza de verlo retornar en pocos días más con una voz parecida a la de Luciano Pavarotti, aunque Evo no es ningún pavo.

Concluyó nuestra charla despotricando en contra de los médicos nacionales que no supieron sanarlo de una ronquera.