La expresidenta Cristina Kirchner y sus hijos, Florencia y Máximo, enfrentarán esta semana a la Justicia acusados de haber conformado con la sociedad “Los Sauces”, un grupo delictivo que desarrolló “designios criminales” durante más de una década para beneficiarse con dinero de origen ilegal como pago por el “indebido otorgamiento” de obra pública, licencias para el juego y explotación de áreas de industria petrolera a los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López.
Esta es la acusación que escucharon hasta ahora los indagados por el juez federal Claudio Bonadío en las últimas dos semanas, en un desfile que abrió una nueva estrategia por parte de la familia Báez: los hijos hablaron y apuntaron a su padre Lázaro, detenido, y su relación con Néstor y Cristina Kirchner y el empresario se defendió distanciándose de la figura de la exmandataria.
La expresidenta está citada para mañana, martes, en una nueva visita a los tribunales federales de Retiro, que ya pisó varias veces como indagada en otras dos causas: la venta de dólar futuro en su gobierno y la adjudicación direccionada de obra pública a favor de Lázaro Báez en Santa Cruz. En ambos casos fue procesada.