Tal vez la gobernabilidad del Movimiento Al Socialismo esté ingresando a una etapa de posible crisis en la actual coyuntura, cuyos futuros efectos, a largo plazo, transformarían sus proyectos de fondo político, entre ellos un nuevo mandato; mantener el liderazgo ideológico inalterable; sujetar la cohesión con sectores sociales y según la tendencia, hasta revisar su política internacional enfocada hoy a contactos cada vez más amplios y lejanos del continente americano.
Una de las principales causas podría ser la legalización de 22 mil hectáreas de coca distribuidas entre Yungas de La Paz y el subtrópico de Cochabamba, que generó preocupación en organismos de la ONU. En este mismo contexto, la nueva política boliviana de la coca quizás repercuta en el futuro restablecimiento diplomático de Bolivia con Estados Unidos.
Con base en este y otros indicios nombrados a continuación, estaría cambiado sutilmente el escenario nacional. Veamos el conjunto de alertas: A) El tema de la coca; B) Las divisiones periódicas y contradictorias en los sectores populares que constituirían la base social del MAS; C) Discurso y visión geopolítica extracontinentales; D) Mensajes que dificultan el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos; E) Debilitamiento de los gobiernos populistas latinoamericanos.
LA COCA
La nueva Ley de la coca, promulgada el 6 de marzo, legaliza la existencia de 22 mil hectáreas de esta planta, divididas entre los Yungas de La Paz (14 MIL 300 Ha.), y Chapare (7 mil 700 Ha.), del departamento de Cochabamba.
La promulgación de la Ley de coca repercutió en organizaciones internacionales que apoyan la reducción y la lucha contra el narcotráfico. La producción de coca superaría el consumo tradicional. Hoy se dice que más de un 90 por ciento de coca producida en el Chapare no estaría registrada documentalmente en el mercado legal, porque, supuestamente, alimenta la elaboración clandestina de cocaína.
El impacto internacional de las 22 mil hectáreas, como es de conocimiento público, también afectó y afecta la imagen de Bolivia, que es caracterizada en medios políticos y de análisis, como el tercer país productor de coca, después de Colombia y Perú. Agregamos que el territorio boliviano es considerado vía cotidiana para el traslado de droga proveniente de los dos mayores productores de coca en América Latina.
RELACIONES CON USA
Ni la expulsión de la DEA estadounidense en el año 2008 ni la expulsión de USAID en mayo de 2013 crearon resonancias tan fuertes dentro y fuera de las fronteras, como la legalización de 22 mil hectáreas de coca en marzo de 2017.
Por lo tanto, la reanudación de relaciones diplomáticas con Estados Unidos estaría en statu quo, marcado ahora por un silencio que, irónicamente, habla de lo difícil que serán a partir de la visión del nuevo gobierno de Donald Trump y los discursos anti-imperialistas del gobierno boliviano que suenan muy bien para países extracontinentales, pero que constituyen, seguramente, escollos para las posibles relaciones bilaterales Estados Unidos-Bolivia.
Agreguemos la reactivación de la Alianza ALBA, con objetivos superiores a sus reales fuerzas, pero que en el caso del restablecimiento diplomático de Bolivia con Estados Unidos es un problema, más que una ayuda.
SECTORES SOCIALES
Uno de los ideólogos del MAS caracterizó a los movimientos populares como la base social de este partido. Empero, el espíritu de estos movimientos tiende a su propia independencia, además de exacerbar, continuamente, presiones contra el gobierno para lograr sus objetivos.
Tal es el caso, incluso, de la Central Obrera Boliviana, de los productores de coca, de los sindicatos de maestros rurales, de ciudades intermedias como Achacachi y en menor grado, de la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, organización que aún responde al MAS y postula a su líder para un nuevo mandato.
La crisis de coyuntura disminuye el poder de estos sectores sociales, restando posiblemente fortalezas al propio oficialismo.
EL POPULISMO HERIDO
De norte a sur de Latinoamérica es objetiva la debilidad de las naciones alineadas en la Alianza ALBA, a tal punto que el gobierno boliviano hoy parecería ser el último soporte de este proyecto y tal vez por esa cualidad, ALBA tenga de principal ejecutivo a un boliviano.
Venezuela, pese a su petróleo, se estancó como proyecto social, Ecuador está en una crisis subterránea y enfrentada por el momento políticamente, entre el civilismo y sus Fuerzas Armadas. Queda Bolivia todavía en pie, cuando el populismo latinoamericano, herido, da sus últimas batallas por sobrevivir a una era tecnológica abierta a novedosos y creativos emprendimientos políticos.
CUESTIÓN MARÍTIMA
Sin duda alguna, la posible crisis de coyuntura podría disminuir su influencia negativa y dar respiro al gobierno del MAS, si son favorables para Bolivia los resultados del tema marítimo en La Haya. No en vano el gobierno de nuestro país, que acertó en la demanda contra Chile, tiene sus expectativas y hasta una “vigilia” puestos en este tema, que tiene por fondo el mismo porvenir de Bolivia.
clovisdiazf@gmail.com
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |