Siria y el régimen de Israel se enzarzaron el viernes pasado en el enfrentamiento más serio hasta el momento desde el comienzo de la crisis siria en 2011, después de que el escudo antiaéreo del Ejército sirio derribara un caza israelí y dañara un segundo avión; ambas aeronaves atacaron un “blanco militar” en la ciudad de Palmira (Tadmor, en árabe), en el centro del país árabe.
La medida adoptada por Siria tuvo repercusión en medios israelíes. En declaraciones al Canal 20 de Israel, el destacado analista militar Noam Amir se refirió a lo ocurrido como un “evento dramático” que puso en entredicho “la supremacía aérea” de Israel y obligó a la fuerza aérea del régimen de Tel Aviv a “trazar nuevos planes” en torno a cualquier “guerra futura”.
Sin embargo, dijo que los acontecimientos “obligaron al ejército israelí a dar a conocer una declaración sin precedentes, en la que admitió que había efectuado ataques contra objetivos sirios y que había interceptado uno de los misiles lanzados por el sistema de defensa antiaérea de Siria”.
Por su parte, el periódico israelí Haaretz calificó de “peligrosos” los acontecimientos acaecidos y advirtió que el presidente sirio, Bashar al-Asad, busca “cambiar las reglas del juego” con respuestas militares a operaciones israelíes. (Hispantv.com)