La mujer, un ser maravilloso

El 8 de marzo fue instituido como “Día Internacional de la Mujer”; una fecha que determinó que en todo el mundo se honre a las mujeres; pero la verdad es que los 365 días del año son días de la mujer, un ser maravilloso que Dios creó no solamente como compañera del hombre sino, muy especialmente, como rectora, guía y fuente de amor para los hombres. Más de ello, es que la mujer no solamente sobresale por sus condiciones de ser humano como madre, esposa, hija, abuela, hermana, amiga y sostén del hogar sino también como fortaleza de la sociedad.

Lo sensible y grave de las situaciones por las que atraviesan muchas mujeres, determinan que sea víctima del maltrato de hombres que, por su cobardía e insanía, maltratan, lastiman, hieren y hasta asesinan a mujeres sin que esas impiedades tengan freno alguno no obstante la existencia de leyes sustantivas que dicen proteger a la mujer.

¿Cuánto le debe la humanidad a la mujer? Es tanto que es imposible cuantificarlo. ¿Cuánto han dado las mujeres a las ciencias, la tecnología, las artes y la cultura? ¿Cuánto le debe el hombre como ser humano, esposo, padre, hijo y hermano al amor, entrega, dedicación, sacrificio, honestidad y decencia de la mujer? ¿Cuántos hombres son los que han sido en la historia de la humanidad tan solo porque han tenido madre, esposa o hija que lo han sacrificado todo por ellos, inclusive renunciando a sus propias conveniencias y derechos? En fin, son tantas las preguntas que el hombre, en su machismo y obnubilación por creerse superior a las mujeres, no reconoce, no quiere tomar en cuenta ni menos agradecer los dones y bienes recibidos de la mujer.

Hay países y pueblos que le deben a una mujer su libertad, su independencia, el respeto y consideración a los derechos que tienen los pueblos a las libertades, a los derechos humanos, a la dispensación de justicia y, sobre todo, le son deudores de virtudes y valores que se hicieron principios de vida. Muchos países son deudores a las mujeres de todo lo que son y significan en la vida de las naciones y de la misma civilización.

Se ha establecido un Día Internacional de la Mujer, pero sin que en la mayoría de los países pobres y dependientes se reconozca sus méritos y el sacrificio que hacen para mantener vivos los sentimientos de dignidad, amor, libertad y justicia. Cuántas mujeres no son reconocidas por lo mucho que dan y mucho más por lo que significan en la vida como creación de Dios y que, en los hechos, en la vida diaria, son ellas bendición permanente que acompaña la vida de todos los hombres.

La madre, ese ser maravilloso, pleno de amor, candor, dulzura, entrega y sacrificio en bien de sus hijos, merece la gratitud y amor inmenso de sus seres queridos conjuntamente las bendiciones de Dios porque ellas, de una u otra manera, son y representan en el diario vivir un pedazo del Creador que seguramente se siente orgulloso por haber creado y sostenido en la vida a mujeres que merecen siempre lo mejor que la vida podría proporcionarles. Benditas, pues, las mujeres que son todo amor y signo de felicidad.