Deuda externa y emisión de bonos

Nuevas medidas dispuestas por el Gobierno están aumentando la preocupación de diversos sectores de la población boliviana. Una de ellas es la colocación de mil millones de dólares en bonos soberanos en el mercado bursátil de Nueva York; otra es el crecimiento de la deuda externa del país hasta niveles nunca conocidos.

El caso más reciente fue el de la colocación en un gran banco de Estados Unidos de mil millones de dólares, los mismos que fueron colocados con una tasa de 4.8 por ciento, según información de la firma Thomson Reuters, con rendimiento equivalente al papel comparable del Tesoro de Estados Unidos de más doscientos puntos básicos que finalmente fueron ajustados a 212.5 puntos, según la misma fuente.

Esa medida financiera no pudo menos que causar sorpresa entre la población y los sectores especializados, aunque, por otro lado, voceros del gobierno afirmaron que se trató de una operación “beneficiosa” e inclusive el presidente Evo Morales dijo mostrarse “sorprendido” por la aceptación que tuvieron dichos bonos en el mercado norteamericano.

Pero mayor sobresalto causó el hecho de que la colocación de esos fondos, vino a hacer crecer la elevada deuda externa que tiene el país y que llegó a niveles no conocidos antes.

En efecto, el saldo a la fecha de la deuda externa del país habría llegado a 15.918 millones de dólares, una suma extraordinaria, o sea más del triple del nivel más alto conocido de la historia económica del país y que se registró durante el gobierno de Hugo Banzer, cuando alcanzó a cinco mil millones de dólares. Al respecto, además, se estima que las obligaciones externas hasta fines del año pasado (2016) alcanzaban a 6.870 millones de dólares, a las que se sumó la deuda recién contraída de mil millones de dólares en bonos, sumando el saldo total de obligaciones externas a 7.870 millones de dólares.

Se debe agregar que la deuda por desembolsar y ya contratada en convenios es de cumplimiento obligatorio y alcanzaría a 11.688 millones de dólares o sea seis veces más de lo que recibió el gobierno de Evo Morales el año 2016, cuando solo llegaba a 1.800 millones de dólares.

Es de destacar que si a ese millonario endeudamiento externo se suma la deuda interna, de 4.235 millones de dólares, el endeudamiento de Bolivia en la actualidad llegaría a 15.918 millones de dólares.

Ese enorme endeudamiento del país resulta, según los analistas, verdaderamente “irracional”, pues, además, ofrece subir aún más en caso de que se desembolse otros 7.000 millones de dólares que se negocia con China.

Otro indicador que causó alarma consiste en que la deuda externa llegó al porcentaje del 41 por ciento del producto interno bruto (PIB), sin tomar en cuenta el anunciado crédito chino por siete mil millones de dólares. A ese aspecto cabe agregar que las reservas internacionales netas de Bolivia únicamente giran alrededor de los 10.000 millones de dólares, con fuerte tendencia a la baja, como ocurre desde hace años, por el desplome de los precios de las materias primas que exporta el país y gastos del gobierno.