El desafío de Soria

Mauricio Soria, luego de dirigir a la Selección en la Copa América realizada en Chile hace dos años con algunos resultados positivos, empezó el manoseo dirigencial sobre la terna constituida por Ángel Guillermo Hoyos, el más barato y solo por un año sin cláusula de recisión en el contrato; Eduardo Villegas con proyecto insuficiente; y, nuevamente Soria, el más serio en sus objetivos que en la actualidad vuelve a dirigir la Verde.

Del proyecto de Soria tenemos conocimiento que su equipo técnico efectuará un seguimiento permanente dentro el plan quinquenal de los jugadores experimentados y otros jóvenes que sobresalen en sus equipos, haciendo un promedio de veintiocho años de edad de nuestra selección, la misma que perdió toda posibilidad de clasificación al inicio mismo de las eliminatorias Rusia 2018, donde actualmente el entrenador hace lo que puede al no existir motivación alguna en el equipo y simplemente se trabaja con el ánimo de cumplir el rol de encuentros que faltan; lógicamente sin entregar los partidos al adversario con entereza pese a las limitaciones que tenemos, como quedó demostrado en el cotejo contra Colombia durante el cual llegamos solamente dos veces a la portería rival y pasamos la media cancha en diez oportunidades, planteamiento técnico mezquino que evitó un resultado abultado en contra pero que podría justificarse por la carencia de valores con roce internacional que tenemos como las demás selecciones, donde el 80% juega fuera de sus fronteras.

El plan Soria para ser cumplido, tendrá necesariamente ser acompañado por la reestructuración de nuestro fútbol.

Los dos últimos campeonatos sudamericanos sub 20 y sub 17 nos han demostrado que tenemos valores en la reserva y divisiones menores de los equipos de la Liga y que solamente falta trabajar con seriedad y preparación adecuadas a las fechas de los campeonatos internacionales, incentivando a las divisiones menores con campeonatos integrados entre las Asociaciones Departamentales y la Liga, finalizando con un campeonato nacional anualmente de dónde tendremos a la vista a los mejores jugadores del país en todas sus categorías.

Lastimosamente no podrán ser parte de este proyecto la Nacional B cuyos equipos se encuentran constituidos por jugadores defenestrados de la Liga y la Primera “A” de las Asociaciones Departamentales, al no tener límite de edad los participantes en esos certámenes.

De donde deducimos que la Federación Boliviana de Fútbol, en un acto de grandeza de sus ejecutivos y apartándose de sus intereses personales, tienen que darle al técnico Soria, al margen de la infraestructura adecuada para su trabajo, jugadores que defiendan la Verde en todas las divisiones, eliminando la Liga y la ANF, consecuentemente como ente máximo de nuestro fútbol, administrar el fútbol profesional con los doce equipos ligueros y sus divisiones inferiores y al fútbol promocional compuesto por las nueve Asociaciones Departamentales haciendo desaparecer al monstruo de las tres cabezas.