Las FFAA y el respeto a símbolos nacionales

En varias publicaciones expresé mi preocupación para que se dignifique y se tenga siempre en alto a los símbolos nacionales, el Escudo y la Tricolor, recalcando que desde niños nos ensenaron a honrar los emblemas nacionales, que significan el amor a la Patria. Sensiblemente, por motivos muy extraños se empezó a dejar de lado esos símbolos, en muchos casos hasta olvidar cuáles son nuestros colores, por haber eliminado la materia de instrucción cívica en todos los ámbitos escolares. Por esto muchos estudiantes desconocen una serie de datos sobre nuestra Patria, en especial sus departamentos, menos en el sector rural, causando ignorancia que es criticada en varios niveles.

Pero lo grave es que esos símbolos están siendo reemplazados, y se desvirtúa el nacimiento de los mismos ante la Patria. Debemos entender que otros distintivos son de tipo regional, en el caso concreto de la wiphala -así como la coca-, representa al occidente y es típica del sector, por lo tanto es respetada en todo ese territorio y no debe ser usada con carácter general.

Sin embargo más duele a los bolivianos el uso de los mismos en el ámbito de nuestras Fuerzas Armadas, donde hace algún tiempo se impuso la wiphala en el sagrado uniforme y además el uso indiscriminado del poncho rojo, el mismo que se ve en unidades que son comandadas por un superior vistiendo el poncho y en algunos casos el lluchu, desechando la gorra, que hace que sean la burla de los propios conscriptos.

Asimismo, se hizo conocer que en una oportunidad, se armó una tarima para albergar a las autoridades superiores (Alto Mando), el estandarte era una wiphala con el escudo al centro, y existía una selva de wiphalas; el pabellón nacional cubría la tarima para proteger del sol a los que se encontraban en la misma. Vergüenza más grande no se ha visto, y lo delicado del problema es que todas esas autoridades no se dieron cuenta, menos ordenaron considerando que la tricolor es la única que debe flamear en todo plano y para esto los más responsables son los altos miembros de las FFAA de esa época. Por todo ello es necesario pedir que no se haga permanente esta ofensa.

Ahora bien, se llegó al colmo, resaltando ampliamente el servilismo de los mismos, cuando llevan guirnaldas de hojas de coca, demostrando que el uniforme puede soportar cualquier modificación y lucir las mismas como demostración de sumisión ante organizaciones no militares. No debemos olvidar que al recibir el sable juramos ante los símbolos nacionales honor hacia nuestras gloriosas Fuerzas Armadas. Duele demasiado cuando un ciudadano que ha servido a su Patria, demostrando disciplina y orgullo, respetando el sagrado uniforme, en la actualidad observa la deformación del mismo con elementos ajenos a las normas y reglamentos militares, existiendo uno especial sobre cómo presentarse a sus obligaciones y el uniforme que deben llevar.

La mayor gloria de un soldado de cualquier nivel es llevar su emblema y demostrar ante todos que la tricolor es Patria. El orgullo por esa tricolor no tiene parangón con ninguna otra demostración que no corresponde. Reitero que otros símbolos son regionales, la nuestra es única para cualquier evidencia por la Patria. Las FFAA deben obligar a todos los ciudadanos el respeto a la misma y por ende el amor a la Patria. El caso es que en cada país solo se respeta una enseña, de otra forma hasta podríamos llegar a que nos tomen en broma.

Estamos todos de acuerdo, pero las cosas van empeorando. En un evento tan importante, como la entrega del documento de réplica a la Corte Internacional de Justicia de La Haya, cuando todo el país posiblemente se entregaba de lleno a concentración, vanagloriando el acto, con mucho dolor vimos que en la plaza principal, lo primero que se hizo fue izar la wiphala, olvidando a la tricolor. Pese a estar unidades militares y miembros de las FFAA, se permitió enarbolar la misma, distando mucho para que se dieran cuenta que faltaba nuestro emblema. Esto demuestra ante el mundo la falta de seriedad y respeto a Bolivia. Ojalá que esta nota sirva para que recapaciten y corrijan todos esos errores, que espero solo hayan sido errores.

Sin embargo, es bueno recordar que las FFAA solo deben su lealtad y juramento a la tricolor nacional; de aquí a un tiempo nadie en la institución militar ha podido observar el uso de la wiphala en el brazo de los uniformes, la misma se ha generalizado en todos los establecimientos del Estado, confundiendo en forma muy clara que la representación es una sola y que ahora confunde a niños, jóvenes y a turistas que ingresan al país, en un día tan sagrado, cuando se recordaba la invasión chilena a nuestro territorio. Por lo menos honren la memoria de la niña Genoveva Ríos, que lo primero que hizo en plena contienda bélica con Chile fue recoger y elevar a lo más alto la tricolor nacional.