Beneficios de la biodanza para la salud emocional

Todos en algún momento de la vida hemos tenido algún tipo de carencia afectiva que no ha sanado del todo. Precisamente para liberar esta atadura emocional, que muchas veces se lleva por años, está la terapia de la biodanza que brinda esa oportunidad de dejar ir el pasado para vivir el presente a plenitud.

Al respecto conversamos con la terapeuta argentina de biodanza, Katherine Ríos Pool, quien lleva más de 15 años impartiendo talleres en el eje troncal del país Cochabamba, Santa Cruz y ahora en La Paz, con grupos que se organizan a partir de las presentaciones que se realizan en cada departamento.

Según la terapeuta, la biodanza (danza de la vida) es una terapia alternativa que promueve el crecimiento personal a través de la danza, utilizando los sentimientos provocados por la música y el movimiento para profundizar la conciencia de uno mismo.

Ríos explica que la biodanza consiste en un sistema de integración humana que a través de la vivencia (momento vivido con intensidad), permite la conexión con los potenciales que son expresados en cada movimiento, integrado por aquello que pensamos, sentimos, hacemos y mostramos con auténtica naturalidad del ser.

“Con la terapia se logra un trabajo de integración personal, que empieza con uno mismo y tiene que ver con lo que pensamos, sentimos y hacemos. Cuando se logra unir esta tridimensionalidad es cuando se logra vivir en coherencia y en un estado de gracia que nos permite vernos, despejarnos, autoconocernos y vivir en integridad”, asegura Ríos.

BENEFICIOS

Esta terapia tiene múltiples beneficios para la salud emocional, porque logra esa integridad afectiva, mejora la comunicación con los demás, crea empatía, eleva el sistema inmunológico, es útil para bajar los niveles de estrés y combate la depresión, entre otros aspectos.

“Uno de los beneficios fundamentales es la integridad afectiva, que significa esa relación con uno mismo, esa capacidad de amarse, aceptarse y de recibir, es uno de los primeros elementos para dar amor, porque no se puede dar lo que no se tiene y sucede que muchos o algunos de nosotros no hemos recibido todo lo que necesitamos para tener una autoestima y seguridad firmes”, asegura Ríos.

Otra de las ventajas de esta terapia consiste en bajar los niveles de estrés, porque al existir un trabajo que aumenta la alegría de vivir como una pequeña semilla en nuestro cuerpo, esto contribuye a elevar el sistema inmunológico y por tanto mejora la salud en todos los aspectos.

“Los biodanzantes tenemos la posibilidad de vivir en un estado de felicidad, el sistema inmunológico despierta. Porque si se encuentra triste ocurre lo contrario. Esa integridad con el otro comienza cuando uno asume ciertos elementos, entre ellos decidir cómo se quiere vivir, con quién y de qué manera hacerlo”, dice Rios.

PILARES

La biodanza trabaja sobre 5 líneas de vida: creatividad, vitalidad, trascendencia, afectividad y sexualidad y en la medida en que son trabajadas se despiertan las potencialidades en estas áreas.

“De pronto uno se siente más creativo, con una capacidad para gozar de la vida en una dimensión en que no sólo tiene que ver con la intimidad, se goza de todos los instantes y eso es lo más exquisito de la biodanza. Nos lleva a vivir el presente y eso está en lo que el cuerpo siente, en los latidos del corazón, la forma de respiración, la transpiración y si uno siente frío o no”, enfatiza la terapeuta.

Katherine asegura que esta terapia es considerada como una medicina importante para la humanidad, porque permite vivir el presente.

“Tengo experiencia de haber trabajado con personas de capacidades especiales físicas y psíquicas que ha permitido una rehabilitación óptima en el grupo. Hice terapia con personas que tienen esquizofrenia y bipolaridad, además de haber bailado con personas que no escuchan y no ven, entonces uno se adapta a cualquiera de estas necesidades”, expresa la terapeuta.

La biodanza trabaja con el cuerpo, porque en él habita lo que se piensa, se siente y lo que se hace y éste no miente. Según la terapeuta, todos tenemos un lenguaje corporal que habla de nosotros y si estamos atentos podemos corregirlo. En principio la persona danza como vive y después de un tiempo empieza a danzar la vida, esto implica gozar de la vida a plenitud.