“Desarrollo del capitalismo en Bolivia”

El periodista Luis Antezana Ergueta acaba de publicar un valioso texto titulado “Desarrollo del Capitalismo en Bolivia”. En muchos sentidos, es mejor que leer todo un libro voluminoso para enterarse de este importante proceso que tuvo y aún persiste en Bolivia.

Para desarrollar el tema, se empieza haciendo una ligera historia política del país. Al respecto, anota: “El origen en Bolivia de la corriente política conocida como populismo se encuentra entre los años 1920 y 1930, como producto de la actividad, tanto de inquietos jóvenes intelectuales inspirados en las teorías marxistas llegadas de Europa, como de la propaganda de la revolución rusa de 1917. Apareció principalmente entre sectores de clase media, artesanales y encontró su prolongación en un movimiento universitario y desde entonces tuvo una evolución especial”.

Se explica que se utiliza el concepto populismo con referencia su contenido económico y no al sentido habitual del adjetivo calificativo. Su definición objetiva anota que consiste en identificar una corriente política por la cual sus partidarios sostienen la idea de superar el atraso del país y alcanzar el grado de desarrollo de las naciones europeas, con el fin de construir el sistema socialista tomando como base a la comunidad indígena, tratando de evitar la etapa capitalista y que más bien sea producto de la realidad boliviana.

Se formula explicaciones acerca de ello y concluye que fue un fracaso rotundo de los populistas de entonces, pues tanto los gobiernos de Bautista Saavedra (1920-25) y de Hernando Siles (1927-1930), por su desorientación ideológica populista, crearon el ambiente revolucionario que culminó en 1930, “con el retorno al poder de la Rosca minera colonial de Patiño y los terratenientes feudales que buscaban el retorno al Gobierno desde 1920”.

En este punto, Antezana destaca un hecho importante, en el decenio (1920-1930), nació otro grupo político (la generación del centenario), con ideas renovadoras de izquierda, pero distintas a las de los populistas de “izquierda”.

Después de exponer puntos de vista sobre los gobiernos de Toro y Villarroel, el autor expresa que “desde hace 10 años, la política económica que se ha impuesto en Bolivia y originada en la revolución de 1952, está inspirada en un tendencia de la economía capitalista”.

A manera de resumir el interesante aporte de Antezana a la historia económica del país, aborda también aspectos sobre “Grandes avances del capitalismo en Bolivia”, “Delicias del capitalismo salvaje”, “Vertiginoso desarrollo del capitalismo en el Chapare”, “Las comunidades indígenas en la vía capitalista”, “Agricultura indígena desarrolla la vía capitalista”, “El capitalismo indígena, realidad innegable”, “Frenos al desarrollo del capitalismo indígena”, “El desarrollo capitalista beneficiará a la clase obrera”, “la consolidación del capitalismo en Santa Cruz”, “Los anticapitalistas impulsan el capitalismo” y “Nuevos indicadores del capitalismo en Bolivia”.

Entre sus conclusiones, expone que “el capitalismo en Bolivia está superando la etapa del capitalismo en Bolivia para pasar al capitalismo industrial y aun formas superiores…”.

Y agrega: “Pero, donde se observa ese crecimiento capitalista con mayor intensidad es en la disociación de los mecanismos de producción de los propietarios de ellos, lo que significa la ruina de una masa de los pequeños productores, especialmente campesinos, y su conversión en personas carentes de instrumentos de trabajo y que lo único que tienen para vender es su trabajo. Por otro lado, se produce una acumulación de riqueza, en particular por medio de la corrupción, el contrabando, el tráfico de drogas. Es de destacar que este estado de cosas, formado por pequeños capitalistas, es el germen de un sistema capitalista de mayor envergadura, aunque, por otro lado, ha dado origen a la ideología populista, que en su contenido económico es causante de grandes retrocesos en la evolución económica del país”.