Es muy extraño que pese a continuas declaraciones de las autoridades de gobierno, e inclusive conjuntamente componentes del gobierno peruano, no se desarrolla ninguna acción contra la contaminación en el lago Titicaca. Muchas han sido las reuniones con personeros del vecino país, incluida una última con su Presidente, en la que se formuló propósitos para “encarar definitivamente” la conservación del lago Titicaca con acciones permanentes que permitan su limpieza y descontaminación; pero, como van los hechos, se muestra que todo han sido declaraciones circunstanciales y demagógicas que no derivan en hechos concretos y definitivos.
El lago Titicaca es víctima de seria contaminación con desechos orgánicos y productos que contaminan seriamente las aguas; son los pueblos colindantes con el lago, como es el caso de Copacabana y otros, que tienen instalados sistemas de alcantarillado que desembocan en el lago; y es también la hotelería la que utiliza el sistema para deshacerse de todos los desechos orgánicos y basuras que contaminan las aguas. Muchas veces, tanto las autoridades del mismo pueblo como las que corresponde a la Gobernación de La Paz y al propio Gobierno central, han formulado propósitos y declaraciones en sentido de que “en el tiempo más breve” se desarrollarán acciones anticontaminantes y se evitará que los pueblos aledaños y la hotelería descarguen inmundicias de toda clase en aguas que en sus orillas muestran todo tipo de suciedades; pero nada se ha hecho hasta ahora.
En noviembre pasado (información EL DIARIO 6/3/17) “el gobierno, a través del ministerio de Planificación del Desarrollo, suscribió el contrato de préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por un monto de 77,33 millones de dólares destinados al financiamiento y ejecución del Programa de Saneamiento del lago Titicaca a cargo del ministerio de Medio Ambiente y Agua”. Hasta ahora, que se sepa, nadie ha informado sobre las labores seguidas para planificar, con tanto dinero, las acciones a cumplirse; menos se informó sobre otro tipo de acciones a nivel internacional y otras conjuntamente el Perú, sobre programas que tendrían que estar en pleno desarrollo.
Mucho se habla sobre “programas integrales” para limpiar el lago pero no hay concreción y todo se reduce a simples declaraciones y el problema se agrava cada vez más; tampoco se ha adoptado medidas de prevención en hoteles, alojamientos y pueblos circundantes para que no utilicen el lago como depositario de materias orgánicas, basura y otros.
Mientras los múltiples propósitos no se hagan realidad, será muy difícil salvar al lago Titicaca; al contrario, conforme transcurre el tiempo, el problema se agudizará seriamente y cuando realmente sea muy grave recién se tratará de aplicar remedios que resultarán tardíos y, además, mucho más caros.
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