Decretos del presidente Daza

En conocimiento Bolivia de la invasión chilena recién el día 26 de febrero de 1879, el presidente Gral. Hilarión Daza lanzó una extensa Proclama al pueblo, que en su parte final dice: “Chile vale lo que Bolivia le ha dado, antes no fue más que un país de cárceles; y lo que llaman hoy capitales e industria chilenos, no son más que las riquezas explotadas a Bolivia, ingrata y pérfidamente. Vais a combatir contra las ventajas creadas por vuestros propios favores”.

Igualmente se emitió dos decretos:

Considerando: Que los puertos de Antofagasta, Mejillones, y el mineral de Caracoles han sido ocupados por fuerzas chilenas, etc., etc.

Decreta: Artículo único: Se declara la patria en peligro y en estado de sitio, conforme al Art. 26 de la Constitución del Estado, etc. Dado en la Paz a los veintiséis días del mes de Febrero de mil ochocientos setenta y nueve.

(Fdo), Hilarión Daza, Manuel Othon Jofré, Julio Méndez. Refrendado Eulogio Doria Medina.

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Considerando: Que la ocupación militar del Departamento del Litoral, por las fuerzas invasoras de la escuadra chilena, es un atentado injustificable contra la Soberanía de la República y su integridad territorial.

Que hallándose ultrajada la patria, es un deber defender su dignidad, con el concurso unánime de todos los bolivianos, etc.

Decreta: Artículo único: Se concede amnistía amplia y sin restricción a todos los bolivianos, etc.

Dado en la ciudad de La Paz de Ayacucho, a los veintiséis días del mes de febrero de mil ochocientos setenta y nueve años…

Igualmente el Ministerio de la Guerra, Al Ejercito Nacional, Orden General, Cuartel General en La Paz a 27 de febrero de l879. “Bolivia, llamando a sus hijos armados en su defensa, y para obtener esplendidas victorias”.

En esos momentos el gabinete del Gral. Daza estaba formado por: doctor Serapio Reyes Ortiz, Gobierno y Relaciones Exteriores; doctor Eulogio Doria Medina, Hacienda; doctor Julio Méndez, Justicia, Instrucción Pública; Manuel Othon Jofré, Guerra.

El 18 de febrero, las fuerzas armadas chilenas ocuparon los puertos de Mejillones y las minas de Caracoles.

La diplomacia chilena en forma artera y aprovechando la ingenuidad de nuestros mandatarios, que no solo debería llamarse ingenuidad, convenció a los mismos de:

Primero: En el Gobierno del Gral. Mariano Melgarejo, el embajador chileno Aniceto Vergara Albano conquistó al presidente Melgarejo con el nombramiento de Generalísimo del Ejercito de Chile, obteniendo en retribución una condecoración republicana, de oro con brillantes, más el nombramiento de Ministro en el Gabinete de Melgarejo, y después Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Santiago, quien obtuvo un préstamo chileno con las garantías del salitre a exportarse, y además la firma del tratado de l866, renunciando del paralelo 27 al paralelo 24 los límites fronterizos de nuestras fronteras.

Segundo: El ciudadano chileno Lorenzo Claro, instruido por su gobierno, fue parte de la fundación de un banco hipotecario que confirió préstamos en el país, obteniendo el agradecimiento de los bolivianos, y en especial de la gente de gobierno. Asiduo concurrente a las reuniones literarias y tertulias del Gral. Daza en Palacio, supo ganarse la confianza presidencial, siendo una especie de asesor de Daza, dando su aprobación al impuesto de l0 centavos por exportación de quintal de Salitre, y luego la rescisión del contrato de Bolivia con la Compañía chilena inglesa, que ambos perseguían. Vale decir que Chile perseguía un pretexto o justificación para invadir territorio boliviano.

Sociedad Bolivariana de Bolivia. Fundada en 1926.