Un libro delicioso describe las destrezas y aptitudes mentales de aves de todo el mundo, comparables incluso a las de los seres humanos. Son especies de memoria prodigiosa, que se consuelan a besos, fabrican herramientas o hacen regalos.
Pájaros inteligentes, que saben utilizar herramientas para sus fines, que tienen una memoria prodigiosa, saben contar, engañan y manipulan a sus congéneres, se besan para consolarse o llaman a los de su grupo para presenciar la muerte de un compañero. Jennifer Ackerman describe en su libro ‘‘El ingenio de los pájaros‘‘ (Ariel) las aptitudes mentales y destrezas de estas criaturas, comparables en ocasiones a las de los primates e incluso a las de los seres humanos. El texto, que entreteje historias personales con investigaciones científicas, demuestra cómo agravios tipo ‘‘cabeza de chorlito‘‘ o ‘‘ganso‘‘ para referirse a alguien atolondrado o tonto están completamente fuera de lugar. En los últimos años, los científicos se han dado cuenta de que el cerebro de los pájaros es mucho más complejo de lo que se creía, y su capacidad intelectual, más cercana a la de los primates que a la de los reptiles.
Una de esas aves curiosas y talentosas que Ackerman cita en su libro es el cascanueces americano. Esta especie de la familia de los córvidos deja en evidencia a aquellos incapaces de encontrar las llaves en un piso de cien metros cuadrados. Para sobrevivir a los crudos inviernos de las Montañas rocosas y otras regiones del Oeste norteamericano, un solo cascanueces puede reunir hasta 33.000 piñones en un solo verano, transportando un centenar de ellos de golpe bajo la lengua. Entierra las diminutas semillas en 5.000 escondrijos distintos diseminados por un territorio de docenas e incluso centenares de kilómetros cuadrados y meses más tarde todavía recuerda dónde las ocultó.
‘‘Estas aves confían casi exclusivamente en la memoria para ubicar sus escondites personales y son capaces de recordar dónde se encuentran durante nueve meses, pese a los cambios radicales de aspecto que experimenta el paisaje durante las estaciones‘‘, dice la autora.
SABEN HASTA 2.000 CANCIONES
Thomas Jefferson tenía una mascota llamada ‘‘Dick‘‘, un cenzontle, y por lo que recogen los escritos, el mandatario estadounidense estaba encantado con las habilidades del pajarillo. No es de extrañar. El animado cenzontle tiene una asombrosa capacidad de imitación. No solo reproduce los cantos de otras aves, sino que también entona canciones populares o los ruidos más dispares, hasta el punto de que puede almacenar unas 200 canciones en un cerebro mucho más pequeño que el nuestro.
Evidentemente, el cenzontle no es el único imitador del reino aviar. Y hay uno realmente excepcional. Según algunos estudios, el cuitlacoche rojizo es capaz de imitar 2.000 trinos, aunque con menos precisión que el cenzontle. Los carriceros políglotas son célebres por cantar un pastiche internacional de trinos, y las aves lira pueden ladrar como un perro. Y, por supuesto, luego están los imitadores humanos, como el loro gris africano y la cacatúa.
Probablemente, el más famoso del mundo es el ya fallecido ‘‘Álex‘‘, un loro gris africano muy inteligente que distinguía formas y colores y que regalaba a la investigadora que trabajaba con él frases como ‘‘Presta atención‘‘, ‘‘Cálmate‘‘ o ‘‘Adiós, me voy a cenar. Nos vemos mañana‘‘.
EL DECORADOR DE INTERIORES
El pergolero tiene un gusto exquisito para la decoración de interiores. No le vale cualquier cosa. Organiza su hogar en el suelo del bosque tropical de Australia con un elegante vestíbulo de unos 25 cm elaborado con ramitas, integrado por dos muros arqueados paralelos hechos de palitos rectos, como si fuera un tipi de juguete. Y sobre una alfombra de ramitas color beige deposita una serie de objetos de colores: florecillas, frutas, tapones de botellas, las alas de un loro o una canica color turquesa. Lo coloca todo con la precisión de un artista y si hace falta, lo cambia de lugar hasta que el efecto le deja satisfecho.
Además, este pájaro está obsesionado con el azul y sus tesoros deben ser de ese color o similares, desde flores lavanda, un trocito de cerámica cobalto o un chupete celeste robado de algún sitio. Si las flores o bayas se marchitan, las sustituirá por otras nuevas.
Pero el premio al ave constructora recaería en el mito, que habita en Europa y Asia. Su nido, explica Ackerman en ‘‘El ingenio de los pájaros‘‘, es una bolsa flexible elaborada con musgos de hojas pequeñas que forman ganchos, que se entretejen con los aros sedosos de las crisálidas de huevos de araña para crear una especie de velcro. El interior de la bolsa está forrado con miles de pequeñas plumas aislantes y el exterior, cubierto con miles de pequeños copos de liquen a modo de camuflaje. Esta estructura tiene unas 6.000 piezas.
LOS BESOS DE CONSUELO DE LOS GRAJOS
Los grajos son sumamente sociables. Anidan en bandadas superpobladas, por lo que es habitual que se produzcan tensiones y riñas. Según un estudio, cuando una de estas aves observa a su pareja en un conflicto, suele consolarla durante uno o dos minutos entrelazando sus picos con ella, como si se dieran un beso.
Hasta el momento, son pocas las especies de las que se tenga constancia que sosiegan a otros individuos nerviosos, entre ellas los grandes simios, los perros y, posiblemente, los elefantes asiáticos.
El consuelo, recuerda la autora, es de especial interés para los científicos porque implica un grado exigente en términos cognitivos de empatía. Para consolar a una víctima, primero hay que identificar su sufrimiento y luego reaccionar de un modo que alivie a quien lo padece.
CUIDADO, QUE TE DISPARO
Las aves pueden utilizar herramientas para atrapar comida, contener agua o rascarse la espalda, pero algunas de ellas también las emplean a modo de armas. Y aquí van estas anécdotas que aparecen en ‘‘El ingenio de los pájaros‘‘ y que merecen ser reseñadas aunque ya hayamos citado otras habilidades de los cuervos: Un cuervo americano de Oklahoma lanzó tres piñas a la cabeza de un científico que trepaba hacia su nido. Y otro par de Oregón defendió los suyos arrojando con el pico piedras del tamaño de una pelota de golf contra los pobres investigadores que hacían su trabajo.
LA ORIENTACIÓN DE LAS PALOMAS
Las palomas tienen mapas de navegación mental que les permiten seleccionar distintos destinos y las mejores rutas para llegar hasta ellos, según una investigación. Al parecer, ese mapa radica en el hipocampo, la red neuronal que nos ayuda a orientarnos en el espacio. Las mensajeras tienen un hipocampo más grande que otras palomas, pero su destreza no es genética, es aprendida y de manera ardua, según revelan algunos experimentos. Posiblemente, está ‘‘moldeado‘‘ por el uso.
HACEN HERRAMIENTAS, LAS USAN Y LAS REUSAN
‘‘Blue‘‘ es un cuervo de Nueva Caledonia, un ave conocida por su destreza para fabricar herramientas y resolver problemas. A ‘‘Blue‘‘ le han dado un tubo de plástico con un trozo de carne dentro, pero su pico no alcanza para cogerlo. Tras observar bien el tubo, el cuervo busca un objeto a su alrededor y elige un ramita. La pule y obtiene un palo largo y recto. Introduce el palo en el tubo, pincha la carne y se la zampa. En la naturaleza, cuervos como ‘‘Blue‘‘ fabrican herramientas para extraer larvas e insectos del interior de madrigueras y cavidades, pero no solo eso, las guardan y las reutilizan. Es impresionante.
ASOMBROSO.
LOS MÁS BROMISTAS DEL MUNDO.
Algunos científicos creen que los keas de Nueva Zelanda son los pájaros más inteligentes y bromistas del mundo. Son atrevidos, curiosos y juguetones, aunque muchas veces sus travesuras acaban en una destrucción comparable a la de unos pandilleros urbanos. Hasta tal punto les encanta jugar con los objetos que pueden estropear limpiaparabrisas, canalones de lluvia, mobiliario de jardín o tiendas de campaña, para disgusto de quienes se resguarden dentro. Al parecer, esa actividad frenética les ayuda a desarrollar una serie de conductas para afrontar situaciones nuevas o problemas de alimentación imprevistos. Además, hacen ‘‘payasadas‘‘. Para invitar a jugar a otro pájaro, inclinan la cabeza y se le acercan caminando de lado con las patas tiesas. Después se enzarzan en una ‘‘pelea‘‘ de picos, patas y chillidos sin ganadores ni perdedores.
Pero lo más divertido de los keas son las anécdotas que cuentan sobre ellos. Se sabe que han robado antenas de televisión, han desinflado neumáticos de automóviles y hace años, el ‘‘New Zealand Sunday Morning Herald‘‘ informaba de que un kea había robado 700 dólares a un turista escocés desprevenido.
JUDITH DE JORGE GAMA
FUENTE: ABC.
Portada de HOY |
1 Dólar: | 6.96 Bs. |
1 Euro: | 7.31 Bs. |
1 UFV: | 2.19340 Bs. |
Impunidad |