Una explosión entre dos estaciones de la línea azul del metro de San Petersburgo ha provocado ayer al menos 11 muertos y 47 heridos, según ha confirmado la ministra de Salud rusa, Veronika Skvortsova.
Los informes de balance de víctimas han sido confusos a lo largo de la tarde y han ido cambiando. Una fuente de las fuerzas del orden de la ciudad aseguró que entre los muertos hay niños; los testigos han descrito la escena como “un infierno bajo tierra”.
El metro de San Petersburgo presume de ser el más profundo del mundo.