Chapecoense sorprende al Nacional

Con mucha garra y una afición que le llevó en volandas, el Chapecoense venció ayer por 2-1 a un insulso Atlético Nacional y tomó así ventaja en la final de la Recopa Sudamericana, cuyo desenlace será el 10 de mayo con el partido de vuelta en Medellín.

Los locales se adelantaron en el marcador a los veinte minutos con un tanto de penalti de Reinaldo, pero Macnelly Torres empató la contienda en la segunda mitad.

Sin embargo, cuando el campeón de la Libertadores buscaba la remontada, el Chapecoense, ganador de manera póstuma de la Copa Sudamericana 2016, inclinó la balanza con un gol de cabeza de Luiz Otávio a los 74 minutos en una jugada a balón parado.

De hecho, las dos formaciones pisaron la cancha del abarrotado estadio Arena Condá contagiados por el clima y sin demasiada intensidad. Nadie quería hacer demasiado daño al contrario en un jornada marcada por los actos de homenaje al club colombiano tras la ayuda prestada en el accidente aéreo que acabó con la vida de la plantilla del Chapecoense.

El Chapecoense fue el primero en darse cuenta de que estaba en toda una final de Recopa Sudamericana y lo hizo subiendo un punto la presión en campo rival, animados por los gritos de “Vamos, vamos Chape” de la afición. Tras un susto en forma de gol anulado a Dayro Moreno por fuera de juego, las ocasiones empezaron a caer como una cascada para el ‘Chape’ liderado por un Joao Pedro que forzó un penalti, cuando su disparo fue interceptado por la mano de Bocanegra.

Reinaldo no desaprovechó el regalo y anotó el primero ante el delirio del Arena Condá.

El tanto despertó de la siesta al Atlético Nacional, que decidió irse con todo para buscar el empate cuando antes por medio de balones colgados desde los costados.

En el segundo tiempo, los locales se metieron en la retaguardia ante el Nacional, cuyos delanteros no terminan de hilvanar una jugada seria.

Al contragolpe, el Chapecoense perdonó una vez y el falló le costó caro porque acto seguido empató McNelly Torres tras una jugada con Ibargüen, hasta entonces desaparecido en combate.

La afición lejos de deprimirse por el golpe, aplaudió el gol de los colombianos. Sin embargo, en una jugada a balón parado Luiz Otávio entró como un obús para rematar con todo hasta el fondo de las mallas y adelantar de nuevo al Chapecoense.

EFE