La comunidad internacional ha acusado sin rodeos al régimen sirio de Bashar el Asad de ser el responsable del ataque químico más grave ocurrido en el país desde hace años. El número de víctimas mortales por el bombardeo en la localidad de Jan Shijún, en el norte del, ha subido hasta las 86 personas, entre ellos 20 niños, informó ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
Primero fue el Gobierno de los Estados Unidos, quien ayer por la tarde ya acusaba directamente al Gobierno de Damasco de haber cometido un “acto intolerable”. El presidente de EEUU, Donald Trump, habló de un probable “crimen de guerra”; dijo que “no puede ser ignorado por el mundo civilizado” y confesó que su actitud respecto a El Assad había “cambiado mucho”. Trump aseguró que Rusia e Irán, como garantes del alto el fuego en Siria, son responsables morales de lo sucedido. Y, además, acusó a la supuesta falta de acción sobre el conflicto sirio de su predecesor, Barack Obama.