¡Bolivia reclama por su mar¡

Se cumplieron 138 años del “asalto” por las fuerzas militares de Chile al puerto de Antofagasta, el 14 de febrero de 1879, el mismo que ocasionó el centenario enclaustramiento marítimo a Bolivia. Este asalto ha costado a Bolivia cuantiosas pérdidas de recursos naturales y económicos, además de privarle de su libre y soberano acceso al mar y la comunicación directa con el mundo. De esta manera se causó un daño irreparable a Bolivia.

Chile en 1904 obligó a Bolivia a suscribir un tratado, por demás leonino, denominado, irónicamente, de “Paz y Amistad”, con amenazas para continuar la guerra y avanzar sobre importantes regiones bolivianas que contenían ingentes riquezas como estaño, cobre, oro, plata, litio y otros.

Bolivia al nacer a la vida republicana, libertada por el insigne patriota Simón Bolívar, contaba con una costa marítima que abarcaba más 400 Km sobre el océano Pacífico, pero con angurria y ambición desmedida el mal vecino le privó de su libre y soberano acceso al mar.

En los 138 años de ocupación del Litoral boliviano, Chile más de veinte veces y en diferentes gobiernos, ha venido ofreciendo a Bolivia cederle un acceso libre y soberano a las costas del Pacífico, seguramente como reconocimiento a la injusticia cometida contra este país, pero ninguno de estos ofrecimientos fueron cumplidos hasta hoy, quedando así solo en promesas distractivas.

La angurria de los gobernantes de Chile, en concomitancia con las oligarquías anglochilenas no tiene límites, porque hoy aún continúan con la ambición de apropiarse de las aguas del Silala, como lo hicieron con las de los ríos Lauca y Caquena. Sin embargo, la causa marítima de Bolivia es apoyada por el noble pueblo de Chile, patentizando en sus diferentes manifestaciones. A estas alturas del tiempo, es muy censurable la actitud agresiva y xenofóbica demostrada por Chile hacia los ciudadanos bolivianos, como lo fue en sus últimas acciones con la detención de funcionarios aduaneros y los permanentes abusos cometidos contra transportistas y ciudadanos bolivianos; esto, en claro atentado contra los principios del Tratado de 1904, por el que Chile se obliga a permitir el libre tránsito a Bolivia.

En los más 130 años de detentar el Litoral boliviano, Chile ha obtenido incalculables ganancias con valiosos recursos naturales arrebatados a Bolivia, que alcanzan a millonarias sumas de dólares, las mismas que van a alimentar las arcas del usurpador, que le sirven para comprar armamento de guerra y continuar amenazando a Bolivia. Hoy, con todo derecho, Bolivia reclama por el mar que un día el “Caín de América” le arrebató con asalto armado.

El pasado 21 de marzo Bolivia presentó ante la CIJ de La Haya la réplica de la demanda marítima y 11 millones de bolivianos esperamos que esta instancia mundial, obrando en justicia, dé un fallo a favor de Bolivia. ¡Compatriotas, hasta llegar al mar…!