Una nueva manifestación de la oposición en Caracas ha dejado ayer, al menos, diecisiete heridos, justo un día después de que muriese un manifestante en otra protesta.
La policía impidió con gas lacrimógeno que la marcha llegara a la Defensoría del Pueblo, donde los opositores iban a exigir la destitución de los magistrados del Tribunal Supremo por la crisis política desatada tras quitarle (y luego recular) los poderes al Parlamento.
El líder opositor Henrique Capriles denunció que ha sido atacado en la sede de su partido.
La manifestación congreso a miles de ciudadnos en la avenida Francisco de Miranda, en el este de Caracas e intentó dirigirse hacia la sede del Defensor del Pueblo para protestar por el rechazo de esta instancia al actuar contra los magistrados del Supremo, condición indispensable para que el Parlamento pueda proceder contra ellos.