Auxilio para los castañeros

Los recolectores de castaña, en el Noreste del país (Pando y Beni) están confrontando una grave situación económica, debido a que han paralizado actividades las empresas que operaban en el área.

El problema principal sería por causas climáticas, la sequía básicamente, a raíz de la cual se han perdido al menos 3.000 empleos, en una región que no tiene otras opciones de actividad económica.

En forma paradójica, la situación se produce después que el Gobierno había declarado a 2014 como el Año Nacional de la Castaña.

La región más afectada es Riberalta, en el departamento del Beni, pero el Departamento de Pando no es ajeno a sus efectos, manifestados en desempleo y la carencia de otras posibilidades laborales.

De acuerdo con informes procedentes de las áreas damnificadas y publicados por EL DIARIO, una crisis como la actual no se ha producido en el último cuarto de siglo.

En los hechos, la producción de almendra descendió a sus volúmenes más bajos, lo que está determinando la pérdida de por lo menos 3.000 empleos.

La baja en la producción en Pando ha sido de 177.000 cajas obtenidas en 2014 a únicamente 35.000, en la actualidad. Los datos numéricos de Riberalta no han sido difundidos todavía.

Más de 18.000 familias dependían de la producción de castaña, de forma directa. La exportación de castaña de 2016 generó 200 millones de dólares, de acuerdo con el congresista de oposición Yerko Núñez.

En vista de ello, pidió que el Gobierno declare la zona castañera como de desastre, para que sobre esta base las familias afectadas puedan recibir algún apoyo oficial para su subsistencia. Pues, al presente, se hallan carentes de medios de vida.

Un caso, en particular, sirve de ejemplo de lo que está ocurriendo en el Noreste del país. La empresa Tahuamanu S.A., localizada en el Departamento de Pando, informó el domingo que cerraba sus puertas y dejaba en el desempleo a unas 3.000 personas.

Contaba con 320 trabajadores en Cobija, con lo que se constituía en la principal fuente de trabajo de esa capital. Su gerente de Acopio, Raúl Álvarez, lamentó el domingo pasado, por medio de la televisión, la suspensión de sus actividades, porque con los 3.000 empleos que sostenía, después de 26 años de trayectoria, era la mayor fuente de trabajo de la región castañera.

La ciudad de Riberalta ha sido declarada zona de desastre por la falta de castaña. A ello se suma el hecho de que la Municipalidad local no aplica planes de emergencia; en la actualidad está paralizada, en protesta contra su principal autoridad.

Ante esta emergencia, urge que el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras se ponga en acción de inmediato para enfrentar la crisis y, en particular, hallar soluciones hacia el futuro, para que la región del Noreste no sólo dependa de la castaña, sino que se instalen industrias para desarrollar otros productos locales.