Creadores de luz
Un valle conocido como paraíso de la primavera, se extiende acariciado por la brisa llegada desde las aguas del Guadalquivir, las que dan vida y encanto a los vergeles que inspiraron a poetas y músicos, trovadores de un canto a la vida.
Protegida por un clima mesopotámico, se levanta la bella Tarija, con su rostro de modernidad y su mirada hacia los parajes históricos con rasgos andaluces; sí, es la ciudad florida en el valle central del departamento, extendida hacia las provincias de Burdet O’Connor, Avilés, Aniceto Arce y el gran Chaco, cuna de matacos y chiriguanos, heroicos hombres de guerra.
En ese territorio se alzaba parte de Tarija, La Vieja, llamada entonces San Lorenzo; extendida hacia Tomatas y encajada en la historia de nuestra República, desde aquellos sucesos que vuelven en imágenes evocativas acercadas a dos siglos de epopeya libertaria.
Una mirada al pasado, 15 de abril de 1817, pone en relieve los nombres de Gregorio de la Madrid, Francisco Pérez de Uriondo y Eustaquio Méndez, el legendario Moto Méndez, singular personaje del movimiento guerrillero enmarcado en la Historia Nacional, como “Montoneros de Méndez”, a los cuales se sumaron militares y soldados; todos, reconocidos como emblemas de Patria y Libertad, palabras que en el tiempo fueron repetidas como un slogan que clama justicia.
Hay quienes nacieron bajo el signo de la libertad y emprendieron la lucha contra todo tipo de opresión. A dos siglos de la histórica Batalla de la Tabla de Tolomosa, el pueblo de Tarija celebra el bicentenario de aquel movimiento subversivo destinado a derrotar al dominio español; hecho que despertó no sólo júbilo en el país, sino admiración por aquellos que combatieron y entregaron la vida dispuestos a sentirse libres.
Si bien los tarijeños y toda Bolivia recuerdan pasajes de aquella histórica contienda y enaltecen nombres y sucesos heroicos, una visión generalizada realza al pueblo tarijeño, aquel que luchó por su liberación y emprendió la vía del progreso, sin olvidar los días de paz tras la fundación de Tarija, en el año 1574. Pero aquella época de tranquilidad y sosiego se vería alterada tras la llegada de los conquistadores españoles, siguiendo la ruta que abriera el despistado Cristóbal Colón, muchos años antes, lo cual dio paso a un sometimiento que sólo fue vencido en la memorable batalla, recordada estos días, con la plenitud que otorgan doscientos años de estabilidad recreada en las inspiradoras aguas del Guadalquivir.
Las páginas de la historia acumulan nombres y fechas; datos a veces contradictorios o impulsados por un anecdotario pintoresco, tal es el caso del Moto Méndez. Al respecto hay quienes sostienen que la pérdida de una de sus manos fue causada por un entrevero amoroso; otros, relatan como causal, una picadura de víbora cascabel, lo que motivó, por decisión suya, la amputación de dicha articulación a la altura de la muñeca, pues estaba enterado de lo laboriosa y dolorosa que resultaba cierta modalidad de evitar la circulación del veneno por la vía sanguínea, para lo cual, había que utilizar un fierro candente y quemar la parte afectada. Méndez perdió la mano, pero no la fuerza de voluntad para enfrentar los obstáculos de la vida y, ante todo, a los invasores que ocupaban suelos de América.
El bicentenario de aquella triunfal batalla no sólo debe recordarse con himnos, palabras y flores; Tarija merece mucho más y la evocación de los Montoneros tendría que ser un canto al derecho de libertad de los pueblos y a la expresión libre de presiones y sometimientos, como tuvo que soportarse en tiempos de conquistadores, o similar a los que manejan los destinos de una nación a punta de amenazas, encarcelamientos y muerte. La Batalla de la Tablada congregó a bolivianos y argentinos, en una triunfal contienda, imborrable de las páginas de la historia y ejemplares para el mundo que busca vencer todo tipo de yugo ajeno a la paz y el progreso.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |