Supuesto principal del asalto a Brinks

La verdad es siempre huidiza tanto en política como en la gestión pública y en las investigaciones y, con algunos antecedentes, resalta ahora en el campo policial y el asalto a Brinks, de millonario monto, cerca de Roboré, parece así demostrarlo. Lo revelado hasta el momento en este fílmico caso tiene un valor relativo, pero el Ministro de Gobierno da una versión que ha sido tomada como el descubrimiento y “desarticulación” de la banda ejecutora, cuyo cabecilla sería Mariano Tardelli, súbdito brasileño, afincado a unos 80 kilómetros de Roboré.

Sin embargo, el Gobierno admitió que el asalto lo realizó el temible Principal Comando de la Capital PCC (Río de Janeiro), si bien a través de “emisarios” del mismo. Esta banda criminal múltiple gira principalmente alrededor del narcotráfico y Santa Cruz, a estas alturas, no le puede ser indiferente. Lo expuesto por autoridades y por la Policía, consiste en la captura de Tardelli, más dos cómplices del grupo que cumplían labores de facilitación, pero no de intervención directa en el asalto. El primero es el propietario de la hacienda donde infligieron 5 heridos a las fuerzas policiales. Además hay tres ciudadanos detenidos, supuestos colaboradores en la capital cruceña.

Tardelli fue detenido en una guarida de El Naranjal (San José de Chiquitos) y se encuentra herido en el hombro, fue delatado por dos mujeres, una de ellas sería la amante del brasileño. Tal parece ser lo ocurrido, pero de ahí a que se hubiera desbaratado el “núcleo” de la banda y se lo anuncie y celebre como un éxito de la pesquisa, hay mucho trecho. En limpio, lo evidente parece ser que este brasileño era solo quien proporcionó la infraestructura que acogió al grupo. Dejando de lado este progreso, los diez o más miembros ejecutores del asalto casi seguramente se encuentran ahora en territorio brasileño. Según autoridades del Ministerio de Gobierno unos tres extranjeros aún se encuentran en el monte. ¿Dónde están los demás, fuertemente armados y militarmente entrenados que hicieron gala de habilidad delictiva?

Que el grueso burló el cerco y la persecución policial, parece ser realidad. Así se presume por el largo tiempo transcurrido desde los hechos y que “no hay ni sombra” de 2,6 millones de bolivianos y 350.000 dólares, que confiadamente trasportaba Brinks. Si Tardelli, supuesto principal de la banda, habla lo que conoce del asalto o si se lo hace público está envuelto en nebulosas, pero los datos e indicios lógicos distan bastante de haberse detenido a quien lideró el robo. Como es sabido, la propaganda oficial no se alimenta sin insumos y la efectividad de los organismos del Estado no puede quedar mal.