Nueva fase de crisis brasileña asedia al gobierno de Temer

Los políticos del gigante sudamericano empiezan a ponerse nerviosos, otra vez, ante una mayor indagación acerca de malos manejos en diferentes administraciones de país. Fuentes judiciales estiman que hay más de cien sospechosos, entre ellos expresidentes, ministros y parlamentarios.

Las investigaciones autorizadas por supuesta corrupción contra ocho ministros y decenas de legisladores, de 14 partidos, abrieron ayer otra fase de la aguda crisis política brasileña y dejaron contra la pared al Gobierno de Michel Temer.

El “apocalipsis político”, que muchos suponían superada con la cooperación judicial pactada por 77 exdirectivos del grupo Odebrecht, comenzó la noche del martes con la decisión del Tribunal Supremo, apoyada en esos testimonios, de investigar a un centenar de políticos, una cifra que aún es parcial y pudiera aumentar en las próximas semanas.

EXMANDATARIOS

Además de ocho ministros y decenas de parlamentarios, en la lista de sospechosos están 12 de los 27 gobernadores del país y los cinco expresidentes brasileños vivos: José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).

A pesar de que el escándalo salpica a ocho ministros y a catorce partidos, en su mayoría de la base oficialista, Temer se mostró ayer relajado e intentó transmitir tranquilidad en medio de la tempestad que se abate sobre toda la clase política nacional.

El gobernante encabezó dos ceremonias, una sobre derechos de la mujer y otra sobre patentes farmacéuticas, y en ninguna de ellas se refirió directamente al asunto, aunque sí hizo alusiones en ambas.

“En las eventuales divergencias o interpretaciones equivocadas, quien dará la palabra final será la Justicia”, pero lo que “no podemos hacer jamás es paralizar al Gobierno”, dijo Temer, casi con las mismas palabras en esos dos actos, que según su agenda oficial eran sus únicas comparecencias públicas previstas para ayer.

“El Gobierno ejecuta, el Congreso legisla y el Poder Judicial juzga”, pero “nada puede paralizar” al Ejecutivo, subrayó en ambas ocasiones.

MANTENDRÁ A MINISTROS

Hace unas semanas, ante la inminencia de esa decisión judicial, Temer anunció que no pretende destituir a ninguno de sus ministros por el hecho de ser investigado, aunque sí llegaría a ese extremo si las acusaciones fueran aceptadas por los tribunales, con lo cual no se espera un impacto inmediato en el Gobierno.

La imagen de calma mostrada por el gobernante fue reforzada hasta con la presencia en una de esas ceremonias del ministro de Industria y Comercio Exterior, Marcos Pereira, uno de los ocho miembros de su gabinete que pasarán a ser investigados por presunta corrupción por el Ministerio Público y la Policía Federal.

Además de Pereira, la Justicia investigará a los ministros de la Presidencia, Eliseu Padilha; Secretaría General, Wellington Moreira Franco; Ciencia y Tecnología, Gilberto Kassab; Integración Nacional, Helder Barbalho; Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes; Agricultura, Blairo Maggi; y Ciudades, Bruno Araújo.

La mayoría de esos ministros se refirió al escándalo a través de comunicados, afirmando en forma coincidente con su “inocencia”, igual que hicieron casi todos los legisladores implicados en el asunto. (EL DIARIO y EFE)

DATOS

- Los testimonios de Odebrecht son una suerte de “bomba de profundidad” en el Parlamento y salpican a los presidentes de la Cámara Baja, Rodrigo Maia, y del Senado, Eunicio Oliveira.

- Según fuentes políticas, muchos confían en que la Semana Santa ayudará a que bajen las aguas, pues abrirá un paréntesis en la actividad parlamentaria hasta el martes.

- De acuerdo con fuentes del Ministerio Público, por su vastedad y alcance, esas investigaciones pudieran prolongarse durante meses o incluso más de un año.