Una reciente investigación impulsada por la NASA y difundida ayer desvela que uno de los tantos satélites que giran alrededor del planeta Saturno podría albergar vida microbiana.
“En el satélite Encélado se ha detectado hidrógeno que sale a la superficie y que podría ser una fuente de energía para la vida”, manifestó a los medios la científica, Linda Spilker, parte del grupo de investigadores italianos y estadounidenses que desarrolló este trabajo.
La investigación se basa en los estudios realizados por la sonda espacial Cassini que detectó la existencia de un enorme océano de agua líquida, de ocho kilómetros de profundidad, que se encuentra bajo una capa de hielo de unos 30 o 40 kilómetros de grosor localizado en el polo sur de la luna.