9 de abril de 1952: el pueblo en armas

Han transcurrido 65 años desde el día 9 de abril de 1952, fecha que ha marcado un hito histórico, pues una fue la Bolivia de antes de la Revolución Nacional y otra la que devino después.

El colega articulista de estas prestigiosas páginas del Decano de la Prensa Nacional, el investigador y escritor Luis Antezana Ergueta, ha escrito un libro –entre los varios que ha escrito, en especial sobre la Revolución Nacional- precisamente sobre el 9 de abril de 1952, en el que hace un análisis de los antecedentes históricos, los escritos sobre la teoría que motivó el proceso de abril, remontándose al Siglo XIX, donde el entonces presidente Mariano Melgarejo despojó de las tierras de comunidad a los campesinos; el liberalismo de principio del Siglo XX, la Guerra del Chaco que fue el vientre que dio a luz al Nacionalismo Revolucionario, y por supuesto el gobierno de Gualberto Villarroel, que es uno de los primeros intentos revolucionarios que ocasionaron la reacción de la oligarquía plutocrática aliada al comunismo internacional representado por el PIR que sacrificó, en un farol de la plaza Murillo, al joven presidente Villarroel; la guerra civil de 1949; las elecciones presidenciales de 1951, en las que ganó el candidato del MNR Víctor Paz Estenssoro, al que le fue negada su asunción al poder por una Junta Militar de Gobierno, hecho político que se denominó “mamertazo”, etc., para luego entrar de lleno en los detalles de la preparación y los acontecimientos del 9 de abril, en un trabajo de importante investigación y que resulta de gran valor bibliográfico sobre el tema.

El 9 de abril de 1952 no fue un hecho casual –como lo sostiene Antezana- sino que fue producto de una larga preparación por los revolucionarios del MNR, que desde la caída del gobierno de Villarroel, dio lugar a una confrontación política con los partidos conservadores denominados de la “rosca”, tanto en el orden teorético como en la lucha política.

En los días 9, 10 y 11 de abril de 1952, el pueblo asaltó los arsenales militares y se armó, para luego combatir contra 9 unidades militares, como lo dice Antezana y derrotarlas, con el costo de cerca de 1.000 vidas que cayeron en la regia lucha armada de esos tres días.

El autor del libro relata con detalle la participación de las unidades militares, así como el desenlace de su derrota por el pueblo, los personajes que dirigieron las acciones del pueblo tornado en milicia popular, sus vacilaciones y coraje.

El 9 de Abril dio lugar al proceso de la Revolución Nacional, que con su doctrina del Nacionalismo Revolucionario, transformó fundamentalmente las estructuras de Bolivia, con medidas revolucionarias que siguen aún en vigencia, pues de un estado feudal atrasado, cuya gran riqueza minera era propiedad de tres individuos, convirtió a Bolivia en un Estado moderno –con las limitaciones propias de los países del área-, pero que ha superado la situación de atraso colonial, en la que cerca del 70% de su población –los indígenas- estaban excluidos de todos los derechos civiles y políticos, además de estar atados a la tierra de los latifundistas en condición de “pongos” o siervos de la gleba feudal.

La Revolución Nacional Boliviana, con sus luces y sombras de todo hecho histórico de esa trascendencia, ha sido inscrita entre las grandes revoluciones latinoamericanas y del mundo en el Siglo XX, y destacados estudiosos e investigadores en el mundo han hecho conocer sus investigaciones sobre la Revolución Boliviana y sus líderes, en libros de éxito editorial, y lejos de las subjetividades y sentimientos propios de nuestro medio.

El Nacionalismo Revolucionario como doctrina política, social y económica es, sin duda, uno de los aportes al pensamiento histórico de las ideas políticas del mundo, y estudiosos europeos de los modelos económicos, como Oscar Lange y Paul A. Baran -entre muchos-, le han dado la categoría de modelo de economía mixta y doctrina de cambios sociales profundos.

La Revolución Boliviana demostró que es posible hacer una revolución de grandes transformaciones económicas y sociales, distinta de la dictadura del proletariado comunista.

El autor es abogado y politólogo.