Pañales en la Vicepresidencia

Desde ayer, el Palacio Real de la plaza Murillo se ha convertido en una sala de maternidad tan conmovedora y tierna como la de un pabellón del Hospital Materno Infantil.

Aunque con personajes casi todos fieros que hoy desfilan conmovidos ante la noticia del nacimiento de una niña que se llamará Alba, que es el femenino de Álvaro, según los inexpertos en guaguas que casi nunca son protagonistas de hechos como el que alegra al bravío mundo gubernamental al que pertenece el padre de la criatura, matrimoniado tardíamente con una periodista de televisión, Claudia Fernández, quien dio a luz a este mundo oscuro de la política boliviana.

La noticia del nacimiento de una criatura enterneció a todo el personal palaciego, pues muy rara vez registra hechos de esta índole, pues el dueño perpetuo del palacio está muy lejos de conformar un hogar prolífico, pues ya escarmentó una vez las contingencias de una discutida paternidad, fruto de una relación con una joven muy simpática y hábil para los negocios con los chinos.

A partir de hoy el otrora estratega socio político estará practicando con biberones y pañales, tarea en la que seguramente será colaborado por los numerosos empleados y llunkus que llenan los ambientes de la Vicepresidencia del Estado, no siendo insólito el que en ciertas oportunidades el licenciado García Linera deba abandonar importantes sesiones del gabinete, pidiendo excusas para retirarse, para dar el biberón a su pequeña guagüita, pues la madre estará cumpliendo sus labores periodísticas en la Red Uno, cual lo hacía antes.

No cabe duda que este hecho ha conmovido a gran parte de la ciudadanía, que sigue la vida de sus gobernantes, no siendo de extrañar que el segundo mandatario tenga que salir al balcón del Palacio Real de la plaza Murillo para mostrar al pueblo a la heredera del trono vicepresidencial.

Seguramente este acontecimiento llamará al regocijo a este pueblo triste, que hasta el momento solo podía alegrarse con las pruebas del “Dakar” que cuestan buen dinero al Tesoro Presidencial.

Todos estos hechos fueron tiernamente comentados con mi corresponsal cochabambina nacida en Quillacollo, quien se entusiasmó porque un acontecimiento tan feliz, alegre los espacios lúgubres de las casa de gobierno, hoy convertida en “casa cuna”, para brindar al pueblo una alegría pura y limpia, como es el advenimiento de una niña al hogar del Vicepresidente.

¡Felicidades a los padres de la guagüita!!!...