PSICOLOGÍA
Toda persona tiene una conexión entre mente y cuerpo. Si por alguna razón se enferma uno afecta al otro. Las personas que gozan de buena salud emocional en pensamientos, sentimientos y comportamiento han aprendido a lidiar con el estrés y los problemas cotidianos, pero no en todos los casos sucede esto.
“El ser humano es una combinación de elementos biológicos, naturales, sociales y culturales, por tanto cualquier enfermedad física va tener un impacto emocional y viceversa. Antiguamente se hablaba de enfermedades psicosomáticas ahora ya no, sino de la relación que existe en mente y cuerpo”, dice la psicóloga Margaret Hurtado.
Consultada la profesional si existe una relación entre una determinada emoción con una zona específica del cuerpo, asegura que esta corriente corresponde a Louise Hay, quien ha realizado estudios al respecto, pero que no son científicos y que, desde luego, no pertenecen a la psicología académica ni a la psicología clínica.
“Muy diferente es que una emoción violenta como el rencor tenga un impacto en la cabeza y el estómago, en el sentido de que no existe una relación directa entre un tipo de emoción y una representación física. Sin embargo cualquier emoción violenta puede provocar que la tensión arterial suba y desencadene en un dolor de cabeza y en el segundo caso que aumente la secreción de ácidos en el estómago que cause ardor o dolor en esta zona”, afirma Hurtado.
La psicóloga dice que si las emociones no se expresan ya sea por cultura, educación o clase social, la persona tiene mayor tendencia a reducir la demostración de afecto y a reprimir estas emociones que conducen al individuo a un circuito de estrés y que se va alojar en alguna parte del cuerpo, pero no existe un mapa específico donde se diga que causará un problema como una embolia o parálisis facial.
“Culturalmente se facilita un poco más la expresión de las emociones en la mujer, pero en el varón ya sea que tenga poca o mucha educación se reprime la expresión de ciertas emociones como el llanto lo que lo conduce a acelerar el proceso de estrés que lo lleva a una disforia, referida a una depresión de carácter agresivo cuando reacciona mal o contesta con torpeza”, asegura la psicóloga.
Según Hurtado el no expresar las emociones conduce a elevar los niveles de estrés y estos son los responsables de una serie de trastornos a nivel físico que va desde el más leve con el insomnio hasta los más graves con dolor de cabeza, gastritis, calambres o sensación de ansiedad.
CONTRARRESTAR
En la actualidad hay diversas formas para contrarrestar las diferentes situaciones que puedan presentarse en la vida y que puedan afectar la salud emocional de las personas, se habla de la inteligencia emocional y de la empatía que nos lleva a crear conciencia sobre cada uno de nosotros y a alfabetizarnos acerca de las emociones.
“Por esta razón hay emociones que son evaluadas como positivas y otras negativas. Entre las positivas están la alegría, la gratitud, el amor, el interés y otras que consideran opuestas como: la tristeza, la ira, la envidia y el rencor entre otras. Por esta razón es importante reconocerlas, trabajarlas y hacerse cargo de ellas para vivir con menos estrés y ansiedad”, agrega Hurtado.
- La alegría Ocurre en instantes cuando se encuentra en un ambiente familiar y seguro. Aparecen los momentos perfectos (un feriado en familia o una felicitación inesperada) que hacen que se sienta que las cosas están como deberían estar.
- La gratitud.- Se trata de momentos en los que te da cuenta que lo alguien hizo mucho por ti era más de lo necesario, tal vez un vecino o un amigo. La gratitud activa el botón de la reciprocidad genuina que nos mueve a hacer algo por aquella persono que nos hizo tanto bien.
- El amor.- Una emoción positiva muy frecuente, en el cuerpo tiene una reacción biológica que incrementa los niveles de oxitocina y progesterona, incrementando la sensación de bienestar y reduciendo el nivel de estrés, lo que sin lugar a dudas mejora nuestra salud y calidad de vida.
Por el contrario existen otras emociones que son consideradas negativas y que son rechazadas como la tristeza, la ira o el rencor.
- La tristeza: Es una emoción básica del ser humano, este estado de decaimiento se observa cuando las expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida resultan dolorosas.
- La ira.- Una emoción orientada a la supervivencia que cuando se focaliza de forma inadecuada puede dañar. Si la ira se canaliza adecuadamente se transforma en creatividad y capacidad de acción.
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