Según el diplomático peruano Oscar Maúrtua de Romaña, ex embajador del Perú en Bolivia, el corredor que se inicia en el puerto de Ilo que pasa por Juliaca, de donde se conecta con Bolivia, sigue por Macusani, Puerto Maldonado y por Iñapari, uniéndose a los estados brasileños de Acre y Rondonia. De esta forma el Perú busca aprovechar su posición geográfica en perspectiva a las corrientes comerciales en apogeo.
Bolivia al tener también una ubicación geográfica excepcional en América del Sur, como corredor comercial para el tráfico de Brasil, Argentina y Paraguay, y como país de encuentros en el “hinterland” sudamericano, necesita salidas a puertos del Pacífico por su condición mediterránea, agregando a esto su interés de vincularse por ese medio con los países de la Cuenca del Pacífico. Esta confluencia de intereses entre el Perú y Bolivia ha llevado a que sucesivos gobiernos de los dos países hayan priorizado y realizado esfuerzos para la integración física de sus territorios.
En función a esa visión política, los presidentes Jaime Paz Zamora y Alberto Fujimori se reunieron en Ilo, para trabajar una solución ante la mediterraneidad de nuestro país, lo cual en gran medida se resolvería con zonas francas en los puertos peruanos del sur: Ilo, Matarani y Mollendo. Posteriormente fueron suscritos los instrumentos jurídicos binacionales.
Estos acuerdos entre Perú y Bolivia comprendían la participación de empresas bolivianas en la Zona Franca Industrial de llo y en la Zona Franca Turística de Playa de esa localidad, y se ubican en la perspectiva de dotar a ambos países de un eficaz instrumento de vinculación con los mercados internacionales, además de convertirse en un centro de captación de recursos financieros y cooperación para el desarrollo.
En diciembre de 2015 el embajador de Bolivia en Perú, Gustavo Rodríguez Ostria, informaba que un grupo de 17 legisladores peruanos envió una carta al Congreso de ese país, en la que pide que el pleno trate el protocolo complementario de Ilo (2010), que amplía beneficios portuarios y comerciales a favor de Bolivia, el cual fue suscrito en Ilo, para que se programe el acuerdo bilateral que fue aprobado en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano el 9 de septiembre de 2013.
“Los legisladores enviaron al presidente del Congreso la solicitud de que el protocolo complementario se incorpore como parte de la agenda del pleno y esperamos eso suceda antes de que termine sus actividades, antes de julio de 2016”, señaló Rodríguez.
El embajador expresó su optimismo para que ello sucediera antes del 28 de julio, cuando se posesionarían nuevas autoridades en el vecino país.
En noviembre de 2016, durante el encuentro entre Evo Morales y el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski en el gabinete binacional efectuado en Sucre, el Gobierno de Bolivia planteó a su similar de Perú potenciar el puerto de Ilo para que en 18 meses esa terminal esté operable y despachar y recibir carga boliviana.
Perú manifestó su acuerdo con invertir en Ilo, en tanto y en cuanto Bolivia se comprometa a surtir su carga internacional por ese puerto, ubicado al sur de Perú.
Finalmente, el principio de acuerdo de Perú y Bolivia establece la decisión de definir un monto de inversión para la construcción de un rompeolas en Ilo y mejorar su calado.
Para concluir, sin ser un experto internacional, pero sí un ciudadano preocupado porque se encuentre una solución a la prisión impuesta por Chile, agravada por una diplomacia de insultos que no corresponde en el mundo actual, 25 años después del abrazo de Paz Zamora con Fujimori, solo se escucha promesas del Perú, sin que se vea acciones reales. Me pregunto: ¿Esto corresponde a una verdadera relación de amistad entre dos países hermanados por la Historia?
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