La ciudadanía paceña observa con preocupación el abandono de obras que fueron iniciadas en gestiones anteriores. Al parecer La Paz es considerada región opositora y por eso se hace maniobras políticas para que no se ejecuten. Esto sucede con obras de la Gobernación y de las alcaldías de las ciudades de La Paz y El Alto, ya que sus presupuestos están controlados políticamente. Lo mismo pasa con las regiones de Potosí y Tarija, que también son opositoras al gobierno. Es lamentable esta situación porque creemos que se debe gobernar para todos, sin discriminación política, porque todos somos bolivianos, con los mismos derechos.
Además la mayoría de la ciudadanía no milita en partidos políticos y ante las difíciles condiciones de vida del país, depende de sus fuentes de trabajo para comer. Es absurda la división que se hace en bandos de la derecha y la izquierda, porque esto fragmenta más al país. Los bolivianos no somos comunistas, queremos más a la tierra en que nacimos. Es hora de ver la realidad del país y los grandes problemas que se avecinan.
Por el distanciamiento entre regiones, La Paz está postergada en su desarrollo. Existen obras que tenían financiamiento y planificación y que actualmente son olvidadas por malos paceños, que solo se ocupan de sus intereses políticos. Lo grave es que estos proyectos son importantes para el desarrollo departamental, como la nueva carretera La Paz - Cochabamba por Río Abajo, el puente de Tiquina, muy importante para el turismo. En ese sentido, la ABC departamental no acaba la fase final de la carretera La Paz-Ilo, perjudicando el comercio posible a través de los puertos peruanos de Ilo y Matarani, para desplazar el comercio boliviano de los puertos chilenos de Arica e Iquique.
El Pacto Fiscal ha quedado en promesa para las regiones autónomas, porque se pretende mantener el centralismo gubernamental para no dar lugar a descentralización regional, lo que favorece solo al gobierno, ya que aparatosamente y con gastos injustificables hacen entrega de obras a regiones y villorrios, aunque esa labor corresponde a autoridades locales.
De La Paz su presupuesto económico es controlado con una asamblea departamental con mayoría oficialista, que no da margen para obras departamentales, porque más puede la política, que el cariño a su tierra. Una vez más se posterga el proyecto hidroeléctrico de El Bala, cuyo financiamiento estaba asegurado con China, que puso interés en dicha construcción. Su ubicación en el Madidi norte de La Paz mereció consideraciones especiales, por la posibilidad de afectar el medio ambiente y la ecología del lugar, pese a que se tomaría las precauciones necesarias, como la construcción del proyecto por etapas, para evitar desfases en flora y fauna. Pese a estas garantías, los indígenas del lugar se opusieron tenazmente al proyecto hidroeléctrico, con el que se podía vender energía eléctrica a Brasil, Perú y Uruguay. Infelizmente para La Paz, el proyecto fue postergado una vez más, quedando el Madidi sin utilidad para el país. En cuanto a la posibilidad de explotar petróleo en el norte de La Paz, ha quedado como un sueño truncado para los paceños, ya que este proyecto por etapas negativas en la exploración, prácticamente ha sido abandonado por YPFB, alegando razones técnicas.
El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad universitaria de la UMSA.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |