Zuazo: Premio Libertad

Acostumbrado como estoy a escuchar acerca de palizas, encierros y malos tratos a los periodistas que escriben con libertad, una reconfortante noticia alegra esta crónica interdiaria: Alberto Zuazo Nathes acaba de ser designado Premio Libertad por la Asociación Nacional de la Prensa -entidad que agrupa a los quijotes bolivianos que nutren a este país mediante la publicación de sus periódicos-, fundada por don Pedro Rivero Mercado y actualmente dirigida por Marcelo Millares Iporre, propietario de “La Patria” de Oruro.

Quise participar de la primera noticia respecto al honor que este premio significa para mi colega, pues hace algunos años tuve el privilegio de recibir el mencionado Premio Libertad, viéndome obligado a ordenar mis recuerdos y emociones, pues recibí este premio después del Cardenal Terrazas, personalidad sobresaliente que fue el primero en ser galardonado, lo cual obliga a todos los futuros elegidos a mantener la defensa de la libertad en el ejercicio de esta noble profesión.

No es difícil encontrar al periodista Zuazo Nathes, pues disciplinadamente asiste a su fuente de trabajo, donde humildemente desarrolla su misión de orientar a millares de lectores por los senderos del patriotismo y el respeto a las leyes que norman a nuestro querido país y allí lo encontré cumpliendo sin aspavientos su papel editorialista y conductor de la opinión pública.

Quise participar de este hecho a mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo, agradeciendo mi confidencia y manifestándome su deseo de poder conocer algún día al periodista galardonado, para así poder aconsejar a las personas que manejan los destinos de nuestro país, pues ella nunca había tenido la oportunidad de conocer a un personaje de tantas virtudes y marcada humildad; comprometiéndome a abrir un camino de buena amistad entre ambos personajes.

La reminiscencia de haber sido alguna vez honrado con este premio, me animó a escribir esta columna en homenaje a un viejo amigo que vive cerca a mi casa, sin signos llamativos que pudieran indicarnos que dentro de unos días será honrado con la entrega física del “Premio Libertad”, que le recordará todos los días que el primer personaje que recibió esta distinción fue el Príncipe de la Iglesia Católica, habiendo nacido en la humilde ciudad de Vallegrande.

Esta crónica de un periodista por la distinción de otro periodista sólo pretende subrayar las cualidades de un ciudadano que dedicó toda su vida a la difusión de la verdad y al respeto de todos hacia el Bien Común.

Felicidades y un abrazo a mi viejo colega, vecino y amigo.