Pérdidas, rendimientos e incremento salarial

El presidente de Anapo, Marcelo Pantoja, quien produce en la hacienda San Jorge, indicó que la situación de los productores es preocupante, porque con rendimientos bajos, falta de precio con las industrias, se suma la medida de incremento salarial fijada por el Gobierno, que hace más difícil continuar con la producción de alimentos para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del país.

PÉRDIDAS

“Venimos de una gestión 2016 con cuantiosas pérdidas económicas valuadas en 180 millones de dólares por la extrema sequía que tuvimos principalmente en la campaña de invierno”.

MERCADOS

Reiteró que como sector productivo piden al Gobierno tomar medidas urgentes que permitan dar condiciones adecuadas para seguir produciendo alimentos y “que de una vez debería darse la liberación total de las exportaciones de productos agropecuarios y agroindustriales, como lo venimos pidiendo como sector”, sostuvo el dirigente.

Según el presidente de la CAO, Freddy Suárez, en una reunión realizada la semana pasada en la capital cruceña, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, se habría comprometido a considerar esta situación.

ECONOMISTAS

“Estamos frente a un horizonte muy oscuro porque no hay políticas del Gobierno”, dijo al respecto desde Santa Cruz, el vicepresidente del Colegio de Economistas de Bolivia, Helder Padilla.

PRECIOS

Pantoja exteriorizó la preocupación del sector porque gran parte de la producción cosechada ya ha sido entregada a las agroindustrias y que hasta el momento no existe un precio de cierre por parte de ellas, para que los agricultores puedan cobrar y cumplir con sus obligaciones crediticias que tienen con los proveedores de insumos, maquinarias y entidades financieras que han financiado la producción de esta campaña agrícola.

DATOS

- La economía de Santa Cruz representa casi un tercio del PIB de Bolivia

- El 70 por ciento de los alimentos que consume el país proviene del departamento

- En 2016, el sector soyero incurrió en cuantiosas pérdidas

- Ese mismo año disminuyó un alto porcentaje de productos pese a que el único alimento deficitario es el trigo y estacionalmente, maíz.