El órgano y su desarrollo

El órgano de tubos, un instrumento maravilloso para el que se escribieron importantes composiciones de música especialmente durante el periodo Barroco, como Johann Sebastián Bach con su obra tan popular “Tocata y Fuga en Re Mi”; pero, cómo es un órgano?, cuándo apareció o surgió?

Nos remontamos a la antigua Grecia, cuando el ingeniero griego llamado Ctesibios inventó el instrumento llamado entonces Hydraulus. El objetivo de este instrumento era entretener musicalmente los juegos y luchas deportivas. Tenía un mecanismo muy particular, pues descansaba sobre un cilindro con agua, donde había dos válvulas que producían aire comprimido a partir del movimiento del agua. Los tubos estaban dispuestos como una zampoña.

Este instrumento evolucionó a través del tiempo y su utilización también, se fueron agregando más tubos y mecanismos para que otros tubos no suenen al mismo tiempo, de ahí surgen los llamados “registros” para definir los diferentes sonidos en un órgano.

El órgano es un instrumento de enormes dimensiones, se cuenta que el más grande necesitaba de dos organistas para tocarlo y 80 vigorosos hombres en el otro lado para mover los fuelles!!! Cada tecla se encontraba directamente conectada bajo al tubo, el instrumento se fue modificando a través del tiempo, para independizar, mediante una serie de varillas y pivotes al tamaño de un teclado que permitiera a una sola persona tocar.

También había un órgano pequeño llamado portativo, que se usaba para acompañar a los gladiadores en los circos, y después, en las procesiones de la iglesia, se tocaba también en la casa. Una mano accionaba los fuelles y la otra tocaba las teclas que producían melodías...

El portativo tenía un “hermano mayor” llamado el positivo, que se colocaba sobre una mesa, otra persona movía los fuelles y el organista tocaba con sus dos manos.

Este es el tipo de instrumento que Santa Cecilia tocaba para su trágico matrimonio.

Después de muchos cambios y evolución a través del tiempo, el órgano fue uno de los principales instrumentos de la época medieval, del renacimiento y del período barroco.

Muchísima mú-sica fue escrita para el órgano, y principalmente cinco países se destacan por un estilo dominante: Francia, Alemania, Italia, España e Inglaterra. En es-tos países el órgano se transformó en el magnífico instrumento que hoy conocemos, y están generalmente en las iglesias y en las grandes salas de concierto.

Cada país tiene su órgano barroco característico, y escuchando el estilo de música, se puede saber de qué país viene esa música, y para qué clase de instrumento fue escrita.

En Italia, en el período barroco el órgano era simple, solía ser colocado en un costado de la iglesia compuesto de un teclado sin pedalera, o solamente unas cuantas teclas de madera en los pies, para mantener los bajos si la pieza musical necesita sostener los bajos.

El estilo musical fue muy “lírico” y sobrio. Frescobaldi, los Gabriellis, Muffat, fueron algunos de los principales compositores para el órgano italiano.

En España era muy similar al italiano, aunque con algunas diferencias, tenía hasta tres teclados y sin pedalera; lo que verdaderamente distingue al órgano español son las trompeterías horizontales que dan mucha fuerza al sonido para un estilo musical muy solemne, enérgico y serio a la vez.

Los órganos españoles estaban colocados en la parte delantera de la iglesia a am-bos lados del altar, cada órgano tenía sus propias consolas y trompeterías horizontales que se enfrentaban.

A veces dos organistas simultáneamente tocaban las batallas (que eran una especie de “duelo musical” entre los dos ejecutantes). Los principales compositores en España fueron Cabanilles, Cabezón, padre Soler, Correa de Arauxo, Aguilera y otros.

El órgano inglés tiene una triste historia. En el renacimiento fueron construidos instrumentos pequeños y muy buenos. En los años 1600, con la restauración y Cromwell en el poder, el puritanismo hizo que se destruyeran muchos instrumentos o que simplemente fueran reducidos a municiones, además, el gran incendio de Londres de 1666, casi dejó a Inglaterra sin órganos. Muy pocos instrumentos fueron salvados y otros nuevos fueron construidos al regresar la monarquía.

Father Smith y Harris fueron algunos de los grandes organeros que construyeron los mejores instrumentos que todavía se escuchan en Inglaterra.

Fue la influencia alemana que hizo que se importaran algunas pedaleras, especialmente cuando Haendel se fue a vivir a Inglaterra. Al final del siglo XIX, se generalizó el uso de la pedalera en Inglaterra. Los órganos solían tener dos o tres teclados. Haendel, Purcell, Clarke, Blow, Bull, fueron los principales compositores.

Los órganos alemanes y franceses fueron los más perfeccionados. Los otros países los tomaron como modelos para hacer que sus instrumentos evolucionaran. Las mismas técnicas de construcción o de concepción fueron utilizadas por varios países y hasta en América

El órgano alemán en el período barroco, ya presentaba todos los elementos que se encuentran actualmente en un órgano: varios teclados, pedalera que permite tocar música virtuosamente.

Se han escrito bellísimas páginas para el órgano alemán, podemos nombrar a: Swelinck, Bruhns, Walther, Buxtehude y por supuesto, Johann Sebastian Bach, fue el maestro incomparable del órgano, por su música y el desarrollo de la técnica en el instrumento, el temperamento y equilibrado que le dio.

El órgano francés, una palabra describe a este instrumento de música. . . Monumental. La tradición francesa en la construcción de órganos, siempre estuvo al día en todas las diferentes innovaciones del instrumento y como Francia estaba bajo el poder del Rey, la música de órgano tenía que reflejar esa “opulencia real”, los instrumentos eran de importantes dimensiones: dos, tres, hasta cuatro teclados, la pedalera existía con juegos independientes, pero las teclas eran más cortas, lo que no permitía tocar tan rápido como los organistas alemanes, pero sí una música más solemne y ceremoniosa, que era dictada principalmente por la liturgia católica y los cantos gregorianos.

Varios organistas del rey de Francia compusieron música muy hermosa y solemne. Los principales fueron: Francois Couperin, Clérembault, Louis Marchand, Nicholas De Grigny, Boyvin y muchos otros.

El órgano en América, fue estrechamente relacionada a la colonización de América por los españoles, franceses, ingleses y portugueses. La existencia de órganos en el nuevo continente, data a partir de los años 1700. Se empezaron a construir instrumentos en Canadá entre ellos: Napoleón Déry, Samuel Warren y Joseph Casavant.

Estados Unidos cuenta con una riqueza organística de todos los estilos, con órganos ultra modernos y también con instrumentos que son clasificados como los más grandes del mundo.

En América del Sur, los órganos fueron introducidos por los españoles y los portugueses en Brasil. Son de proporciones más modestas que en Europa y mucho menos numerosos que en América del Norte. En Chile y Argentina, en el siglo XIX, algunos instrumentos fueron construidos por Cavai-llé-Coll de Paris, al comienzo del siglo XX, Orestes Carlini construyó varios instrumentos de estética francesa e italiana. También existen algunos instrumentos hechos por Walcker de Alemania. En Bolivia hay órganos en las iglesias más importantes, lamentablemente muchos de estos instrumentos están en muy mal estado o simplemente están abandonados por la aparición de los órganos electrónicos. Afortunadamente, hay restauradores que le van dando un futuro renovador para ser escuchados en las grandes celebraciones religiosas.

El órgano más grande del mundo se encuentra en el Convention Hall Auditorium y está ubicado en el auditorio principal del “Boardwark Hall” en Atlantic City, New Yersey y fue construido por Midmer-Losh Organ Company.

Posee 33,112 tubos en 445 rangos incluyendo sistema de 64 pies Diaphone Profun-da, diez rangos de 32 pies, cañas manuales y de pedal menores a las 100 pulgadas de presión de aire (la mayoría de los órganos sobrepasan las 10 pulgadas de presión). Los sopladores eléctricos pueden alcanzar un valor aproximado de 1.000 caballos de fuerza, potencia necesaria para llenar un hall con dimensiones superiores a los 424.500 metros cúbicos. El auditorio tiene capacidad para 41.000 personas y un tour para conocer todo el órgano toma cuatro horas y media.