Al menos 80 hectáreas del Parque Nacional Mallasa fueron loteadas

Al menos 80 hectáreas del Parque Nacional Mallasa, una de las áreas de preservación natural y turística más importantes del municipio de La Paz, fueron afectadas por inescrupulosos loteadores, argumentando la falta de límites municipales. Los vecinos de la zona exigen referéndum para frenar las acciones de usurpación territorial.

Las zonas de Mallasa y Mallasilla, ambas de jurisdicción municipal de La Paz, del distrito Mallasa, se han convertido en el objetivo de inescrupulosos usurpadores de predios fiscales que, amparados en el conflicto de límites territoriales irresueltos, empezaron a desmontar farallones que lentamente se acercan al Valle de la Luna, alertaron la presidenta de la Asociación Comunitaria de Mallasa, Teresa Auza, y el subalcalde, José Eduardo Campero.

“Estamos frente a una total indefensión en cuanto al ejercicio de la administración territorial, porque la falta de límites claros nos está causando problemas. Un referéndum dirimidor podría ser la solución definitiva”, afirmó el subalcalde, a tiempo de advertir a la población que el tráfico de tierras de engorde involucra delitos conexos, como la falsificación de firmas y suplantación de documentos.

“Estamos hablando del riesgo que corre toda la parte baja del Parque Nacional Mallasa, que son más de 256 hectáreas. Es una gran cantidad de tierras, cuya jurisdicción y cuidado no se han resuelto desde hace mucho tiempo, por lo que continúan los aplanamientos tierras de manera clandestina por falta de límites para lotearlas”, insistió la autoridad edil.

DRAGADO DE RÍOS

El delito de usurpación del bien público en Mallasa llegó al extremo de ocasionar el desvío del cauce natural del río de la región, ocasionando que como efecto queden tierras frágiles, sin ninguna consistencia, por lo que se tornan susceptibles de hundimientos y de causar daños naturales.

A pesar de todas las advertencias y consecuencias que se producen posteriormente son vendidos estos espacios de terrenos para la construcción de urbanizaciones de riesgo, apuntó el subalcalde Campero.

“Donde existe mayor conflicto en el extremo derecho de ingreso a Secoya, donde se está dando un gran movimiento de tierras, sobre las cuales no podemos actuar, porque no tenemos límites claros, pese a lo cual presentan autorizaciones de otros municipios. Estas tierras las están vendiendo porque hay compradores que aceptan como están, a pesar de los peligros que pueden confrontar”, señaló la autoridad edilicia.

Sin embargo, la autoridad edilicia refirió que recientemente fue aprobada la Ley Municipal 233/2017 de Fiscalización Técnica Territorial, un instrumento que permitirá ejercer control y sanciones en áreas públicas de jurisdicción municipal.

VALLE DE LA LUNA

La dirigente vecinal de Mallasilla, Carmen Melgar, señaló que el área circundante al Valle de la Luna se encuentra en permanente riesgo, a pesar de su cualidad de ser el sitio más visitado de todo el circuito turístico de Mallasa.

“Frente al Valle de la Luna, pese a que debería respetarse ese espacio como área de preservación paisajística, se ha abierto el cerro para habilitar un espacio destinado a estacionar vehículos de los responsables de este hecho, con miras a ser loteado. “Han partido el cerro justo frente al Valle de la Luna, han destrozado un área que era patrimonio paisajístico. No descarto que tomen el área de Las Banderas”, continuó informando la dirigente vecinal. Por otra parte, la vía que une Mallasa con Achocalla no tiene el ancho de una carretera, que debe ser de 18 metros, está afectada por asentamientos clandestinos. Según refiere Melgar, existían dos construcciones precarias que debían ser retiradas, pero al presente son seis las casas, las que serían de propiedad de una familia. “La misma que está operando en inmediaciones del Valle de la Luna”, alertó.

Por su parte, el presidente del Control Social de Mallasa, Juan Caros Huayta, afirmó que una de las formas de frenar los loteamientos tiene que ver con el desarrollo de macroproyectos con sentido metropolitano, con vías de conexión con los municipios de Achocalla y Mecapaca, de ese modo se evitarían asentamientos en espacios públicos.