Con solo 11 millones de habitantes, Bolivia es un país pequeño con problemas grandes, con organismos de salud que no dan soluciones porque son objeto de influencia política. Preocupa el enfrentamiento constante entre autoridades de salud y los colegios médicos del país y diversas instituciones del sector. Creemos que es por falta de una política de salud bien planificada, por lo que el país observa un enfrentamiento permanente que, en cierto modo, perjudica la lucha contra las enfermedades, que no puede ser descuidada en ningún instante.
La población constata cada día que hospitales, cajas de salud, centros de atención médica no cuentan con suficiente infraestructura hospitalaria, ni instrumentos y aparatos modernos, porque los actuales son vetustos, con muchos años de servicio. A este problema mayúsculo se suma la falta de suministro de medicamentos e insumos, por falta de recursos económicos, que debían ser consignados en los presupuestos de salud de las regiones, a cargo del Estado.
Este cuadro deprimente de la salud se complica con la pobreza de diferentes grupos sociales, que apenas tienen medios para vivir y la desnutrición está a la orden del día. En este lamentable estado de salud del pueblo boliviano, nuestros médicos deben trabajar en condiciones difíciles, haciendo lo posible para seguir adelante. Los esfuerzos sobrehumanos de estos galenos son dignos de elogio y así lo debe ver la ciudadanía consciente.
Es preciso que las autoridades del ramo hagan inspecciones diarias a los centros de salud, para constatar deficiencias. Grandes sectores pobres deben ser atendidos con humanidad y comprensión del problema, porque son muchas las necesidades.
Es importante que los colegios médicos y sindicatos de salud planteen la consulta a organismos del interior del país e inclusive no está lejana la posibilidad de organizar una Cumbre de Salud para unificar criterios que vayan en provecho de los enfermos.
Es necesaria la comprensión de las autoridades de salud cuando se trata de asignar recursos económicos a presupuestos de salud, para el mejoramiento de hospitales y construcción de nuevas unidades, compra de insumos y mejoramiento de haberes del personal de salud, en todas las regiones del país.
Un motivo de enfrentamiento entre el Estado y los colegios médicos y organismos sindicales de salud, es la aplicación por parte del Estado de la libre afiliación a cajas de salud, que como está planteada provocará problemas de organización y ahondará el problema del sector.
Hay que considerar que son más de 4 millones los asegurados de las diferentes cajas de salud, en el llamado Seguro Social Obligatorio. El problema de sobresaturación de pacientes en centros de salud no será solucionado con la libre afiliación. Se debe resaltar que las anteriores autoridades de salud trataron ingenuamente de solucionar ese problema al subalquilar centros médicos deficientes, error cometido por falta de capacidad.
Por lo complejo del problema se debería hacer seminarios, congresos con personal experto a fin de contar con un plan de salud óptimo y para ello están las autoridades, colegios médicos y ramas anexas.
El autor es Profesor Emérito y ex-autoridad universitaria de la UMSA.
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