Portugal.- Miles de peregrinos de diferentes nacionalidades recibieron ayer con aplausos, lágrimas y una enorme emoción al papa Francisco a su llegada al santuario de Fátima, con motivo de la conmemoración del centenario de las apariciones de la Virgen.
Una vez más, el Pontífice ha dado muestra de su cercanía con el pueblo ante la explosión de júbilo de los fieles que le aguardaban por varias horas en la explanada principal del recinto, en la pequeña localidad lusa de Fátima, a poco más de 100 kilómetros al norte de Lisboa.
Ante ellos se presentó como “un peregrino por la paz” en el primer acto de oración en el santuario portugués.
Los peregrinos también quedaron sorprendidos en esta primera jornada de la visita papal con el nuevo rosario gigante de 26 metros colocado ante la basílica, obra de la artista portuguesa Joana Vasconcelos.
Otro de los monumentos más fotografiados ha sido la estatua del “Corazón de Francisco”, levantado en el entorno del santuario con motivo de la llegada del papa a Fátima. (EFE)