La Paz
El Centro de Acogida para Personas con Discapacidad Intelectual, Psíquica y Múltiple, Idai, realiza un trabajo con niños y adolescentes con la finalidad de lograr el máximo desarrollo de sus capacidades con miras a su inclusión escolar, laboral y social.
Con ese propósito brinda un servicio de atención integral que es realizado por un equipo de profesionales interdisciplinario, que es responsable de los diagnósticos, tratamiento y valoración adecuada, tanto para la familia como para los pacientes.
El Idai se encuentra en calle 5 de obrajes, donde trabajan personas expertas para tratar a personas con capacidades diferentes, es una de las instituciones más concurridas por la población que tiene algún familiar atravesando por esta realidad.
El jefe médico del Idai, doctor Roberto Velasco, indicó que todos los pacientes son valorados por más de tres especialistas y en algunos casos hasta más de cinco, con el fin de reconocer exactamente cuál es la dificultad que tiene el niño o niña.
“Este centro evalúa a los menores con el apoyo de doctores de varias especialidades, como neurólogos, psicólogos, psiquiatras y pediatras para llegar a tener hasta un 90% de seguridad en el diagnóstico”, dijo.
Los casos recibidos por el Centro de Acogida Idai son variados, ninguno va relacionado con otro. Existen adolescentes y niños que tienen diagnósticos como Síndrome de Down, Espectro Autista, Déficit de Atención, Retraso del Lenguaje, Parálisis Cerebral, clasificados en leve, moderado y grave. Por lo que se trabaja de manera particular con cada niño o adolescente acogido o externo.
Los pacientes que llegan al Centro de Acogida para Personas con Discapacidad Intelectual, Psíquica y Múltiple se dividen en dos áreas, la primera trabaja con 71 personas internas y la segunda con pacientes externos, se atienden a más de 500 familias por día y se reciben entre 6 a 8 casos nuevos diarios.
Los padres de familia citados en diferentes horarios esperan por la consulta o terapia que realizan sus niños, de acuerdo a la dificultad que presenten.
El doctor Velasco, explicó que con el tiempo la situación de los menores puede mejorar favorablemente, si son atendidos a temprana edad, por la plasticidad cerebral, logrando incluso la reinserción a las Unidades Educativas, “en otros casos severos (daño neurológico, parálisis infantil, hidrocefalia y otros) se ayuda con la estabilidad del paciente”, aseguró.
CANTIDAD DE MENORES
El administrador del Idai, Álvaro Aramayo, informó que la cantidad de personas que asisten al centro aumentó en 10% en lo que va del año. En 2016 se atendió 500 casos externos y en esta gestión hasta más de 600. Los acogidos el 2016 resultaban 69 ahora 71.
Un recorrido que realizo EL DIARIO al centro de atención pudo constatar el trabajo que cumple la institución en salud. El centro cuenta con los sistemas de atención necesarios (fisioterapia, hidroterapia, sala multisensorial, sala pedagógica, y otros) y con la seguridad que necesitan los huéspedes momentáneos o permanentes.
El centro se encuentra dividido en pabellones para infantes, niños y adolescentes, varones y mujeres, los cuales cuentan con medidas de seguridad, ya que a veces los menores no se dan cuenta de lo que hacen, existen divisiones claras e infraestructura de protección; además de las cámaras de seguridad.
COSTO Y ATENCIÓN
Los menores acogidos no pagan ningún monto por su permanencia en el lugar, ya que estos entran mediante una orden judicial. El jefe médico del Idai, explicó que estos niños de igual forma reciben sus tratamientos y cuidados necesarios por las acompañantes terapéutas.
El costo que pagan los padres de familia es variado, dependiendo de la decisión que tome la trabajadora social, en algunos casos se paga el precio completo de 30 bolivianos, 20 consulta y 10 terapias, en otros es totalmente gratuito.
HISTORIAS DE VIDA Y APOYO
En las diversas salas con las que cuenta el Centro de Acogida para Personas con Discapacidad Intelectual, Psíquica y Múltiple (Idai) se puede observar a algunos pacientes que necesitan mayores cuidados que otros, desde menores en cama sin poder levantarse, hasta jóvenes y un adulto mayor que tiene la mentalidad de un pequeño dos años.
Sin duda alguna en la sala de espera los padres de familia son los que pasan entre 30 y 45minutos aguardando que sus pequeños terminen sus terapias, mientras las madres o padres socializan entre sí lo ocurrido con sus hijos.
Rosalina Vargas, madre de familia, quien tiene una niña de tres años con retraso psicomotor, explicó que hace dos años asiste a las terapias, junto con su hija. “Mi hijita no podía dominar la cabecita ni gatear, ahora ya camina con ayuda, está aprendiendo a hablar y está tratando de relacionarse con los demás niños. Mi hija también tiene rasgos de autismo”.
Vargas manifestó que “las terapias y la atención que se nos da aquí es buena y barata, en otros centros, me quisieron cobrar hasta más de 100 bolivianos por una sesión y la verdad no tengo recursos para pagar una atención como la que brindan aquí por 20 bolivianos”.
La señora María Inti, quien espera que su pequeño hijo de 4 años salga de terapia, comenta que el menor sufre de retraso psicomotor, lo que provoca conductas agresivas, alteraciones nerviosas y otros síntomas. El niños se encuentra en el Idai desde marzo y la madre argumenta que sí hubo algo de mejoría en su conducta.
“Hay algo de mejoría en la conducta de mi pequeño, antes era más agresivo y más violento, cuando se le quitaba algo. Yo soy madre soltera y la atención que le brindan a mi hijo es gratuita, lo que para mí es muy beneficioso, ya que no puedo trabajar por cuidar de mi hijito”, explicó.
Como estas historias son muchas las que existen dentro de este Centro de Acogida, donde se busca ayudar a los padres y menores que sufren, por este tipo de dificultades que solo con amor y apoyo de la familia pueden ser más ligeras.
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