Es increíble cómo algunos sectores, políticos y sociales, creen que el aborto “es el principio de la liberación de las mujeres”. ¿Liberación de ser madres? ¿Liberación de respetar la vida concebida en el propio vientre? ¿Liberación de lo que es una bendición de Dios y de la naturaleza con cada hijo que viene al mundo? ¿Liberación del derecho de cuidar la vida de un niño? ¿Liberación del principio elemental de cuidar y preservar la vida?
El aborto es tema de siempre porque hay personas que creen que la mujer “es libre de disponer de su vida”. Extraña forma de pensar y concebir el derecho de vivir: ser sometida a que las manos de un médico sin conciencia o de matronas o personas “especializadas” la holle, causando daños irreparables como al introducir cuerpos extraños en el vientre de una mujer; ser sometida a que se manipule y se destruya órganos con tal de evitar la concepción; ser sometida para matar a un niño concebido por obra de amor o de circunstancias que el sexo o las satisfacciones momentáneas o violaciones han dado lugar.
Quienes propugnan, promueven y apoyan el aborto para matar criaturas, privarlas de la vida y el derecho de nacer, seguramente no guardan ningún afecto ni respeto ni amor por su madre y, en casos, permitirían que ella sea sometida a semejante manoseo y asesinato. Cobardes quienes buscan solo la satisfacción sexual sin contemporizar con la vida y destruir una obra de Dios concebida bajo principios y reglas de amor.
Que hay extremos como violaciones a niñas, concepciones intra-uterinas; concepciones bajo condiciones de enfermedades muy graves y que resultan mortales no solamente para la mujer sino para el hijo, como son los casos en que hay enfermedades transmisibles de toda clase, pueden ser aceptables siempre que existan las certezas precisas; pero recurrir al aborto tan solo para “respetar la libertad de la mujer” es inaceptable, porque esa libertad está sujeta a principios morales de vida y salud que se debe respetar.
Sería interesante que las mujeres que propugnan el aborto indiscriminado, el que se lo hace por razones materialistas y de preservación del libertinaje sexual, se pongan en la situación de ser madres de esos niños que no han sido deseados, que fueron despreciados y cuya vida no importó. Sería interesante que ellas reciban el reproche de esas vidas y vean el dolor de perder la vida a que tienen derecho todos los niños que son inocentes.
El aborto es un crimen, es un atentado a Dios y a la vida, es un acto de cobardía e irresponsabilidad contra la mujer, que es ser sagrado y digno de respeto y amor.
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