Misericordia con el “Órgano” Judicial

Si el gobierno de Bolivia cree que la independencia de los “órganos” ya no es válida, eso tendrá sus consecuencias. En 16 de octubre de 2011 la función judicial partía sobre una elección rechazada por el pueblo, ahora a 2017 se repite la misma historia. Sin embargo, ojalá retorne la razonabilidad y se pare de hacer tanto desbarajuste. El llamado está referido a los gobernantes de 2017 que pueden tener la virtud de compadecerse de lo que pasa en el Poder Judicial.

LAS COSAS QUE SE HACE

¿Destituciones de los componentes del Órgano Judicial? Cambio de personas?, ¿renovar cargos de autoridades transitorias e incorporarlas a la carrera judicial? Y bueno, analicemos aquella noción de renovar que, en el lenguaje judicial, resulta reemplazar a una persona por otra. Además no hay autoridades transitorias dentro del Poder Judicial. Y entonces a dónde va esto de ¿renovar para luego incorporar a la carrera judicial? (1). En el galimatías que precede ¿colaboran la Fiscalía General del Estado y el Tribunal Supremo de Justicia? Lo que resulta igual que aquello de las universidades -que no tienen la salud completa-, sin embargo se las ve afanosas, en una elección judicial ¡impracticable!

FALTA EL CONOCIMIENTO

Vamos con Alwin Toffler, “Los analfabetos del Siglo XXI son aquellos que no aprenden”, en la situación que nos aqueja, lo que representa la tradición judicial. Que una entidad burócrata como llega a ser el Consejo de la Magistratura realice una evaluación interna en el marco de una nueva política institucional, ¿convencerá a los pujantes legisladores?... ¿por lo menos a quien ha anunciado una “revolución” judicial?... ¿o, finalmente, a los que colaboran también de manera tan chistosa?

Querer cambiar a las personas sin ver qué pasará mañana en el malogrado Poder Judicial no funcionará, simple y llanamente. Como se puede apreciar, todo está en manos del Gobierno, que puede libremente cambiar una y otra vez sus normas. Entonces ya veremos cómo reacciona Bolivia, que no está satisfecha con el acceso a la justicia, las dificultades que se le presenta para acudir y esperar un fallo del aparato judicial.

No hay nada de serio ni formal en “colaboraciones”. La falta de confianza hacia la institución judicial es evidente. En un panorama tan incierto las causas no se resolverán. Los bolivianos podrán esperar por tiempo indefinido una organización especializada, tal como manda el Soberano en su Constitución, para el judicial. De momento estamos en el terreno del juego de las competencias, donde un Poder consciente, como lo es el Judicial, no mete la mano en otro, tal como lo hace a diario el Ejecutivo, en la Asamblea Nacional.

1.- EL DIARIO: Consejo de la Magistratura implanta la carrera judicial. La Paz, mayo de 2017. Pág. 1.