Próximo encuentro en Quito

La idea del canciller Fernando Huanacuni de buscar un diálogo entre la Dra. Michelle Bachelet y nuestro presidente vitalicio Evo produjo gran alborozo en mi corresponsal en el Palacio Real de la plaza Murillo, quien acudió a mi despacho en busca de algunas iniciativas que pudieran llevar a un mejor entendimiento entre los mandatarios de Bolivia y Chile.

Entusiasmándome el pensar que algunas sugerencias podrían servir para la solución de varios puntos actualmente en conflicto, como la liberación de los nueve bolivianos presos y enjuiciados y además lograr un mejor clima entre ambos países, lo primero que se me ocurrió fue hacer llegar a nuestro mandatario algunos consejos, aunque sean de un conejo.

Como primer punto, Macacha sugirió que nuestro mandamás llevara a Quito un breve manual de aprendizaje para tocar el charango que él le obsequió hace algunos años y que seguramente reposa en algún depósito de la Moneda; estando de moda el Museo de la Revolución Democrática y Cultural en Orinoca, Evo debería llamar a una de las salas del museo Dra. Bachelet, entregándole además una de sus camisetas y un par de cachos de fútbol, objetos apreciadísimos por nuestro mandatario.

Con este preámbulo solicitarle a la Dra. Bachelet una entrevista médica para que ella lo examinara y pudiera otorgarle algunos consejos sobre cómo cuidar su salud y la buena amistad entre dos naciones que si bien ahora están en litigio en el Tribunal Internacional de La Haya, están obligadas a convivir en términos pacíficos, superando rencores que algún día tienen que terminar.

También Macacha propuso que nuestro Presidente viajero llevara a Quito una vestimenta de chola cochabambina para que la Dra. Bachelet pudiera comprender algo de la presencia de las razas nativas en su país, al igual que en el nuestro.

Según mi comadre cochabambina nacida en Quillacollo, sólo Evo podría solucionar el impase de los nueve bolivianos retenidos y juzgados en Chile, pues él arregla todos los problemas judiciales con un telefonazo al Fiscal General y al Presidente del Tribunal Constitucional Plurinacional, estando segura mi comadre de que la palabra de Evo es convincente tanto para casos nacionales como internacionales.

Por último, Macacha sugirió que Evo le entregase a la Dra. Bachelet un tratado de medicina callawaya, intercambiando así conocimientos andinos que alcanzan a los dos países y además seguramente comparten afecciones parecidas.

Macacha se comprometió a hacer llegar nuestras sugerencias al máximo mandatario que no se pierde ni una sola posesión de nuevos presidentes en América, Europa, África, Asia y Oceanía.