Temas productivos

El otro bloque de temas sobre los que escribe Gary Antonio Rodriguez A. en su compilación “Buscando la verdad” es el de los temas productivos, de particular preocupación para el sector productivo cruceño y para las actividades del IBCE.

Nuevamente he seleccionado tres de sus artículos para difundirlos en esta columna, como homenaje a este extraordinario esfuerzo de Gary para debatir y casi siempre defender al sector productivo, particularmente al agroindustrial, que es la locomotora que mueve la economía cruceña.

El primero es “Greenpeace: ¿Cuántos más deben morir?” (julio 2026), título por demás sugestivo que nos explica que cien personas distinguidas con el premio Nobel rechazan a Greenpeace “por su terco rechazo a los alimentos genéticamente modificados” (rechazo que también se manifiesta en el país, pese a que un 30% de nuestra población padece de hambre), ya que esta organización obstinadamente se opone a estos alimentos.

Enfatiza este rechazo debido a que Greenpeace se opone al arroz dorado, “un cereal genéticamente modificado para producir la vitamina A en el mismo arroz, para combatir la ceguera endémica en África y Asia, siendo que la OMS estima que 500.000 niños quedan ciegos cada año por tal carencia”. La pregunta que se hicieron los premios Nobel fue ¿Cuántos pobres más deberán morir para considerar esto un crimen de lesa humanidad? La respuesta es evidente, solo los autistas de pensamiento que se oponen a los transgénicos permanecen impávidos frente a esa cruda y triste realidad.

Este problema es nuevamente puesto a discusión en el artículo: “¿Agricultura familiar vs. Transgénica?”. Sobre un trabajo que apareció con este título en un matutino local en agosto del 2016, el cual afirmaría que: “no existe registro oficial ni científico que pruebe que la productividad en el país haya aumentado gracias a los transgénicos y sus paquetes tecnológicos”.

La respuesta es contundente: “¿Agricultura familiar vs. Transgénica? ¡Para nada! El huerto familiar, el minifundio y surcofundio pueden coexistir con la “agricultura de precisión” de alta tecnología. Quien quiera ser pobre puede optar por lo primero”. La realidad nos enseña nuevamente que los autistas de pensamiento se oponen al avance científico, sin analizar la realidad histórica de la evolución científica en la agricultura que, con el transcurrir de la evolución en siglos empezó con la selección masal, para luego utilizar el mejoramiento genético descubierto por el científico Mendel y por último con el nuevo avance científico, el uso de OGMs.

El tercer artículo que continúa en el afán de llamar la atención sobre los riesgos que se ciernen sobre el sector productivo agropecuario es el que lleva el título: “Tu sequía, mi sequía, nuestra sequía…”, que trata el problema que puso en evidencia la dependencia humana del recurso agua.

Su primer párrafo es dramáticamente claro. “¿Será que la falta de agua en La Paz (problema todavía no resuelto en su integridad) y otras regiones de Bolivia es por el cambio climático? Si la respuesta es sí, entonces estamos ante un grave problema, porque nuevas sequías complicarían más las cosas”.

A la pregunta sobre ¿Qué hacer frente al cambio climático?, se trae la respuesta de un científico de EMBRAPA, quien afirma -con toda razón- que poco se puede hacer para detener el cambio climático y que este cambio, además, afectará sobre todo a la agricultura, ya que el consumo mundial del agua se divide en 30% en las urbes y 70% en la agricultura.

Es todo por hoy, seguiré la próxima con el último bloque de temas que trata Gary: “los temas espirituales”.