Debajo de la isla Qhanaskiya del Titicaca

Científicos buscan rastros prehispánicos subacuáticos

• Luego de 39 años de las exploraciones del oceanógrafo Jacques Cousteau, una misión científica explora las profundidades del lago Menor o Wiñaymarka para identificar asentamientos sumergidos que fueron detectados por un radar de sonidos bajo el agua


Un equipo científico de bolivianos y belgas buscan rastros prehispánicos subacuáticos en la isla Qhanaskiya del Titicaca.
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Edwin Conde Villarreal

Debajo de la pequeña isla Qhanaskiya del Titicaca, sitio considerado por los navegantes originarios como misterioso, un equipo científico de bolivianos y belgas buscan rastros prehispánicos subacuáticos como sugirió el afamado oceanógrafo Jacques Cousteau –el primero en explorar el lago sagrado con dos minisubmarinos en 1968–, que una excavación del limo lacustre ayudaría a descubrir los secretos sumergidos de la cultura Tiwanaku.

Cousteau que desmitificó las leyendas sobre ciudadelas subacuáticas, escribió en su obra “Galápagos, Titicaca y Los Agujeros Azules” (1978), que “el lodo tendría que ser dragado y examinado pulgada por pulgada para investigar su contenido, esta tarea sería imposible dado el tamaño del lago”. Pero 39 años después los arqueólogos del Proyecto del Lago, después de usar un sonar bajo el agua, una tecnología de alta precisión utilizada en la prospección geofísica sumergible, iniciaron la excavación hace dos semanas debajo de la isla Qhanaskiya que en aymara significa “lugar que está brillando”.

El lago Titicaca atravesó transiciones durante milenios hasta conseguir su actual cota de 3.810 metros sobre el nivel del mar, ahora una misión científica explora las profundidades del lago menor o Wiñaymarka (Pueblo Eterno) en la búsqueda de rasgos culturales de civilizaciones prehispánicas para identificar asentamientos sumergidos que fueron detectados con un moderno ecosonar.

El isleño Isaac Callizaya relató que el pequeño islote –Qhanaskiya– con una superficie rocosa aproximada de sólo 10 metros cuadrados es parte de la isla Tirasca y según las creencias de los navegantes originarios se cuentan leyendas del sitio. “El nombre del lugar se refiere en aymara a un área notoria o que brilla, seguramente por lo que en determinadas épocas desaparece, ya que es anegado cuando crecen las aguas del Titicaca”, explicó.

LUGAR DE MISTERIO

Callizaya que se desempeña como Director de Turismo del Municipio de Puerto Pérez, jurisdicción donde se realizan las exploraciones subacuáticas detalló que los pueblos aymaras del lago sagrado mantienen muchas de sus leyendas. “Un lugar con ‘encanto’ se refiere a la creencia que existe en un determinado lugar un misterio, difícil de entender pero que debe ser respetado o asumido con cautela, ya que se cree que las personas pueden desaparecer o ser afectadas de alguna manera por el propio lugar”, aseveró.

Dijo que al sitio con un misterio en el lago los originarios lo denominan como “inkantisiri”, un vocablo que puede estar relacionado con los incas que también navegaron en el Titicaca y que sumergieron en determinados lugares ofrendas como objetos arqueológicos de cerámica y de otros materiales. Otros denominativos de estos sitios misteriosos pueden ser “lugar con saxra” o “ñanqha” que es el espíritu del Manqhapacha o espacio/tiempo de la parte de abajo, según la cosmovisión andina.

EL LAGO

NO EXISTÍA

Sorprenden los relatos de los comunarios ancianos de la isla Tirasca a la que pertenece el pequeño islote Khanaskiya el sitio donde se sumergen los buzos, que fue hace muchos años un lugar de cultivos y donde se podía cosechar, las aguas se habían secado.

Otras investigaciones destacan que las variaciones registradas en el nivel del espejo de agua del Titicaca son más evidentes en el lago menor o Wiñaymarka en relación al lago Mayor o Chucuito, por su baja profundidad y porque las épocas de altas precipitaciones pluviales y los periodos secos ocasionan el aumento y reducción en extremo de su superficie, estos cambios provocaron su desaparición hace más de 10 mil años antes de Nuestra Era.

Algunos estudios coinciden también que el Titicaca tuvo su origen por las mismas fuerzas tectónicas que elevaron las cordilleras occidental y oriental de los Andes y que el lago sagrado del Sistema TDPS (Titicaca, Desaguadero, Poopó –desaparecido el 2016– y salar de Coipasa), es el resto de un gran lago prehistórico con aguas saladas y fauna marina, que sufrió una serie de transiciones durante milenios de años, hasta conseguir su actual cota de 3810 metros sobre el nivel del mar.

Callizaya afirmó que los más ancianos de la isla Pariti, su lugar de nacimiento, repiten en los relatos de sus leyendas que hace muchos años era posible caminar sobre el fondo del lago, ya que sus aguas se secaron. “Nuestros abuelos se refieren a un tiempo de escasez, sucedió cuando el lago menor se desecó”, argumentó el isleño y dijo que en aymara esta temporada es conocida como “mach’a mara” o tiempo del escaseo de alimentos.

EXCAVACIONES

SUBACUÁTICAS

En relación con las excavaciones subacuáticas, el comunario considera que el lago Titicaca fue el epicentro del desarrollo de importantes civilizaciones andinas como la enigmática civilización de Tiwanaku. “Aún sorprende los misterios del lago sagrado, como el descubrimiento en la isla Pariti en 2004 de fragmentos de centenares de objetos cerámicos tiwanacotas que fueron restaurados y que son inéditos hasta el momento”, añadió.

En ese sentido –explicó el pariteño– el oceanógrafo Jacques Cousteau al indicar que los secretos de Tiwanaku se encuentran debajo del limo del lago, afirmó un hecho que ahora es posible confirmar con las excavaciones subacuáticas en la isla Tirasca de la misión boliviana-belga.

El Proyecto del Lago financiado por el Reino de Bélgica y Bolivia, se inició el 2016 y pretende contribuir a mejorar hasta el 2018 la gestión del patrimonio cultural de la cuenca del Titicaca y promover el desarrollo del turismo comunitario en el sector boliviano en beneficio de las comunidades de 13 municipios que fueron priorizados.

La intervención con un financiamiento de más de 1,5 millones de euros se originó por las investigaciones de la tesis doctoral del científico belga Cristophe Delaere realizadas con la Universidad Libre de Bruselas (ULB) en el litoral boliviano. Delaere entre 2012-2015 junto al arqueólogo nacional Marcial Medina realizaron investigaciones subacuáticas encontrando cerca de dos mil fragmentos de objetos prehispánicos tiwanacotas e incas, inclusive de periodos anteriores y que formaron parte de los rituales ceremoniales ofrendados al Titicaca.

Mientras la Unidad de Arqueología y Museos del Ministerio de Culturas y Turismo, cuenta con los datos del barrido del sonar en el Wiñaymarka de varias irregularidades detectadas bajo el agua e identificadas como anomalías culturales, se espera que en las siguientes semanas los arqueólogos puedan precisar la clase de estructuras que están sumergidas.

Una condición del proyecto es que los sitios arqueológicos tanto subacuáticos como terrestres que pueden ser encontrados deben tener las condiciones para que la riqueza patrimonial sea protegida por los propios municipios, es así que se tiene previsto la aprobación de las leyes municipales de protección del patrimonio en los 13 municipios hasta junio de este año.

Las inmersiones en el Titicaca desde la misión pionera de Cousteau en 1968 que ayudó a desmitificar la existencia de ciudadelas subacuáticas, del estadounidense Alan Kolata que estudió las variaciones climáticas, del boliviano Eduardo Pareja que en los 90 extrajo de los extremos de la isla del Sol objetos arqueológicos de oro sumergidos en ofrendas o de los italianos de Akakor que identificaron la cabeza de un gran monolito supuestamente de oro, además de otros, aportaron a las investigaciones científicas arqueológicas.

Pero el lago sagrado en sus más de ocho mil kilómetros cuadrados es posible que aún guarde los secretos de Tiwanaku y de otras civilizaciones prehispánicas en sus profundidades que en algunos sectores pueden sobrepasar los más 200 metros. Los comunarios de Tirasca y del resto de las islas del lago menor, el Wiñaymarka esperan que la misión del Poyecto del Lago descubra los restos tiwanacotas en beneficio del turismo comunitario del Titicaca. (CienciaBolivia)

 
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