Ajustes salariales agravarán desempleo

La crisis económica que se padece desde hace años tiende a agravarse, debido a que sin mayor producción, y menos el incremento o creación de fuentes productivas, los ingresos tanto a nivel público como privado han disminuido drásticamente. Y si a todo ello se agrega los aumentos salariales a quienes están sujetos a sueldos o salarios, el problema adquiere dimensiones muy graves.

Cuando se estuvo en tiempos de bonanza -años 2006 a 2015- era oportuno que el gobierno piense racionalmente en la urgencia de atraer inversiones e incentivar las internas con miras a crear riqueza y generar empleo. Pero se hizo todo lo contrario a lo que una sana razón aconseja: se gastó dinero en construcciones fantasiosas y nada necesarias ni urgentes. Se hizo inversiones en empresas que al ser manejadas por el gobierno, se dijo que darían excelentes réditos al país y, además, permitirían la generación de nuevas fuentes de riqueza y empleo.

La verdad es que nada se hizo en ese sentido, porque no se ha creado las condiciones precisas para que el capitalista extranjero se sienta atraído, menos se hizo para que el capital privado nacional actúe con dinamismo, porque las condiciones reinantes en el país no permitieron dar pasos efectivos. La inseguridad y la manía de crear bonos o medios para favorecer más al trabajo que al capital dieron lugar a que el empresariado privado pierda confianza en las políticas gubernamentales.

Incrementar sueldos y salarios conforme a una mayor generación de riqueza, es muy bueno y conveniente; pero, crear empleo sin la contraparte de producción que determine riqueza, es contraproducente. Las autoridades señalan muchas veces haber aumentado las fuentes de empleo, pero ellas han consistido simplemente en aumentar la burocracia pública y de las empresas estatales. Creación en sí de nuevas fuentes de empleo no hubo en absoluto y el país se debate, por ello mismo, en extremos de subdesarrollo y pobreza.

Por otra parte, la permisividad ante la economía informal o sea el contrabando, sí ha creado empleos, pero nada permanentes, son trabajos ocasionales y carentes de los beneficios sociales que corresponde conforme a leyes, y menos se otorga seguros de salud y jubilación. Lo más grave es que se ha comprometido la moral colectiva porque el contrabando actúa conforme a las urgencias y necesidades de la población, pero comprometiendo su propia seguridad y cuidado de principios morales.

Los ajustes salariales o aumentos irracionales, más temprano que tarde, dañan la economía del trabajador porque desincentivan la inversión y la producción, que de ser permanentes y garantizados serían medio seguro para creación de empleos.