Secuestro de Illanes fue por “falta de previsión y exceso de confianza”

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó que el secuestro del viceministro Rodolfo Illanes, quien después fue asesinado por cooperativistas mineros, el 25 de agosto del pasado año, fue producto de la “falta de previsión o exceso de confianza” del fallecido. Con ello, dejó de lado la hipótesis del Defensor del Pueblo, que apunta a que la muerte de la autoridad fue consecuencia del enfrentamiento con la policía, por haber sido muertos dos mineros, ante la represión policial.

FALTA DE EXPERIENCIA

En conferencia de prensa, el ministro Romero afirmó que la falta de coordinación con los jefes policiales, sumada a la inexperiencia de Illanes en el manejo de conflictos, fueron los elementos que influyeron para que sea tomado como rehén por los cooperativistas mineros.

En este sentido, se consultó al ministro, sí esa “falta de experiencia” que mencionó, fue el error del viceministro Illanes, a lo que respondió: “Probablemente sí, porque en este tipo de situaciones uno analiza el escenario, luego, analiza el plan de operaciones, sabe por dónde se tiene que desplazar, cuál es la cobertura que tiene la policía, pero uno no nace sabiendo”, señaló la autoridad.

“Presumo que ha habido una falta de previsión, puede ser por falta de experiencia o por exceso de confianza. Ese día manejé la hipótesis de que había demasiada confianza en el viceministro, ¿por qué? Porque él había sostenido comunicación con algunos dirigentes (mineros) ese fue el problema”, aseguró Romero, señalando que desconocía del contacto que mantuvo con el vicepresidente de la Federación de Cooperativistas Mineros (Fedecomin), Agustín Choque.

DESOBEDECIÓ

El ministro Romero aseguró también que Illanes desobedeció el pedido que le había hecho vía telefónica, un día antes, el 24 de agosto, para que continúe supervisando las acciones policiales en Cochabamba, donde se habían registrado los dos primeros asesinatos de mineros.

“Le dije que se quedara a dirigir esa investigación, pero él insistió y se vino en horas de la noche a La Paz, yo todavía pensé que tenía clases en la universidad, que podía haber sido eso, luego me enteré de que él estaba en comunicación con el vicepresidente de los cooperativistas, el señor Choque. Entonces, por esas comunicaciones que sostenía, se ha confiado, ha ido allá (Panduro), pensando que no iba a ser difícil entablar un diálogo”, sostuvo Romero.

La autoridad formuló las declaraciones luego de que se conocieran más detalles sobre los últimos contactos telefónicos del fallecido viceministro, con el entonces director y actual viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, quien declaró ante la fiscalía que el pedido de la exautoridad en situación de secuestro era evitar gases lacrimógenos y se liberen a los cooperativistas detenidos.

CONTRADICCIÓN

Si bien Romero ratificó que la policía, presuntamente no conocía del arribo del viceministro Illanes a Panduro, detalló que en la madrugada del 25 de agosto lo llamó en dos oportunidades, informándoles que se encontraba en la Unidad Táctica de Operaciones Policiales (UTO), verificando el equipamiento de los efectivos que ingresarían a la localidad de Panduro.

“(Illanes) estuvo de madrugada en la UTOP, verificando que los efectivos asignados se suban a los buses, que se les entregue material antimotines y no haya armas letales (…). Me dijo que había retraso por un problema logístico, estaba un poco molesto, luego me llamó entre las seis y ocho de la mañana para decirme que el operativo había salido ya a Panduro”, señaló Romero.

Para el ministro Romero no hay mucho más que investigar, porque los asesinos están identificados, hay un organigrama de los autores materiales e intelectuales de este hecho, pero el trabajo corresponde a la Justicia.

INFORME DEL DEFENSOR

Sobre este caso y el accionar de la policía, en relación a la muerte de los cooperativistas en Panduro, previa al asesinato de Illanes, el Defensor del Pueblo presentó un informe en el que se señala que los efectivos policiales no se replegaron y que producto del enfrentamiento, los mineros cobraron venganza con la vida de Illanes.