Luego de 10 días de paro, la Aduana chilena dio por finalizado la medida iniciada el pasado 24 de mayo, la movilización de los trabajadores generó un gran perjuicio para los transportistas y empresarios bolivianos que se vieron prácticamente bloqueados y a merced de las millonarias pérdidas económicas.
La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) informó que al menos 11 millones de dólares era la pérdida diaria por el paro. Asimismo, según los empresarios, la pérdida económica por el paro aduanero fue de más de 100 millones de dólares.
El Gobierno boliviano expresó su reclamo en varias ocasiones ante el Estado chileno e incluso tuvo que enviar agua y vituallas a los choferes bolivianos que se encontraron paralizados en la frontera.
Al respecto, los transportistas bolivianos de carga internacional afirmaron que tras la suspensión de la movilización, de forma paulatina se regularizará el flujo de camiones hacia puertos chilenos y otros que ingresan a Bolivia.