Víctimas de abuso sexual afrontan crisis psicológicas

Un estudio realizado a 102 casos de violencia sexual, por la psicóloga Claudia Altamirano Sarzuri, en su libro denominado “Violencia sexual infantil y trata de menores con fines de explotación sexual comercial en La Paz y El Alto”, da cuenta que las víctimas de violación, a corto o largo plazo presentan diferentes diagnósticos psicológicos.

“Los efectos psicológicos a largo plazo marcan la diferencia, en caso donde las víctimas hayan enfrentado solo una vez algún abuso sexual. En el tema de que dicho abuso sea frecuente, por varios años, las victimas desarrollan desde trastorno de personalidad tipo paranoide o llegan al grado de tener una desconfianza no solo de su entorno (familia, amigos, colegas), sino en algunos casos desconfían de ellas mismas (Â…) también se presentan trastornos de ánimo, de ansiedad o depresión”, explicó la especialista.

APOYO ESPECIALIZADO

Estos efectos de las víctimas de violación a largo plazo, en muchos casos, son similares de las víctimas de abuso sexual comercial, donde hayan estado expuestas por más de seis meses, en esa actividad. Las menores o adolescentes sometidas a este tipo de abuso sexual, deben tener algún apoyo psicológico, obtenido tanto por su familia o por alguna institución que trabaja con este tipo de problemática social.

En el caso de las víctimas de violación frecuente, por parte de los padres de familia, que sean de conocimiento de las madres, en la investigación ocupa el 10% de los 102 casos, Altamirano, asegura que se presentan estos casos por la dependencia de la madre, tanto sentimental como económica.

De los abusos sexuales a menores o adolescentes, el 75% de los casos, el victimador es parte del entorno familiar de la víctima, razón por la que se plantea alejar al responsable de este abuso, alejar de ese núcleo familiar de forma indefinida.

RELACIÓN

En el caso de las menores o adolescentes que son captadas y que llegan a ser víctimas de abuso sexual comercial (prostitución), muchas de ellas son alejadas de su núcleo familiar y ellas solo mantienen una relación afectiva.

“Cuando hay violencia sexual por mucho tiempo, como en la violencia sexual comercial, que pude ser ejercida por los proxenetas, las víctimas pueden generar un vínculo afectivo al proxeneta, quien en algunos casos busca hacer el rol de pertenencia, por lo que encuentran un medio de identificación, porque en alguno de los casos las adolescentes que llegan a esta etapa, en algunos casos, no recibían atención de la familia, no había vínculo afectivo o en muchos de los casos se trata de hijas no planificadas, no queridas por sus progenitores, es por eso que ellas encuentran ese vínculo de relación con el proxeneta y permiten ser víctimas”, explica Altamirano, como resultado de su investigación.

RECLUTADORAS

En el caso de las víctimas de explotación sexual comercial, con el tiempo no solo generan una relación con su proxeneta, sino que terminan siendo las captadoras de otras víctimas y ejercen una conducta igual o más violenta que la que ellas enfrentaron cuando fueron reclutadas como víctimas de explotación sexual comercial.

Cuando las víctimas son rescatadas por algún operativo policial o alguna acción de las instancias de control y llegan a ser trasladadas a hogares aislados o transitorios, al interior de ellos las muchachas continúan manteniendo niveles de ansiedad, preocupación, no por ser víctimas de abuso sexual comercial, sino porque están lejos de su familia y desarrollan con mucha intensidad la desconfianza y miedo a todos el sistema social.