Los últimos dos meses de este 2017 han estado marcados por dos noticias graves para Bolivia. La primera es sobre la detención de 9 oficiales bolivianos en la frontera con Chile, cuando éstos, cumpliendo con su deber, intentaron incautar un camión que traía mercadería de contrabando. El problema subsiste con acciones judiciales que retienen en prisión en Chile a estas personas inocentes. La segunda, un nuevo “paro” de funcionarios aduaneros en Arica que ha dejado varados a un poco más de mil camiones que ingresaron de Bolivia, con productos varios, entre minerales de Potosí y Oruro, productos agrícolas de exportación dirigidos hacia los mercados externos.
Sobre el segundo tema, mi opinión personal es que no hay tal paro, esta es una acción orquestada por el gobierno chileno, ya que es la segunda vez, en pocos meses, que se repite esta situación. La acción está dirigida a humillar a centenares de modestos trabajadores del transporte, como lo demuestra la acción de prohibirles la venta de alimentos. Acción realmente inaudita y carente de los más elementales principios humanos.
Las explicaciones del canciller chileno mostraron incluso falta de información sobre el número de camiones afectados.
A las acciones del gobierno chileno se sumaron las inclemencias del tiempo que golpearon duramente a los transportistas en territorio chileno y en la frontera boliviana.
Lo anterior amerita acciones inmediatas. ¿Cuáles? Los empresarios bolivianos han planteado la inmediata URGENCIA de viabilizar mediante negociaciones con Perú, Paraguay y Argentina, para habilitar otros puertos mediante los cuales se pueda agilizar nuestro comercio exterior.
A lo anterior hay que añadir algo insólito y que igualmente requiere medidas de política, las importaciones que realizamos de Chile son demasiado grandes, para ser provenientes de un país que, claramente, quiere asfixiar la economía boliviana. Según informa el IBCE, entre el 2007 y el 2016 Bolivia exportó a Chile un total de 1.095 millones de dólares, sin embargo, en el mismo lapso de tiempo hemos comprado 3.605 millones de dólares desde Chile, hablando únicamente del comercio que es legal.
El primer paso es poner en marcha el largamente acariciado proyecto de usar el puerto de Ilo y otros peruanos, como una importante vía para nuestras exportaciones.
Este proyecto data desde la firma del convenio en 1988 entre Paz Zamora – Fujimori, que incluso llegó hasta la organización de una empresa binacional, establecida en el contrato de Constitución de la empresa promotora de la zona franca industrial de ILO, contrato refrendado por nuestra Cancillería en agosto de 1994. Ver: Ministerio de Relaciones Exteriores, Coordinadora Nacional del Proyecto ILO, Contratos de adjudicación, Tomo V, Bolivia, 1994.
Sobre este proyecto, en el inicio del mes de junio del presente año, en el Foro sobre Alternativas Portuarias para Bolivia, se reunieron en La Paz más de 300 directivos de la empresa privada del país. Se llegó al consenso de que el puerto de Ilo registra varios costos de operación y alta productividad, con una adecuada infraestructura portuaria, equipamiento moderno apoyado con recursos humanos calificados y experimentados. La terminal trabaja con un sistema de seguridad certificada que cumple estándares internacionales.
Para acabar con los abusos que sufre el país en el puerto de Arica, hay que poner en marcha este proyecto que se encuentra en mesa desde hace 25 años, para derivar parte de nuestras exportaciones por esta vía, mejorando aquellos aspectos como las vías camineras, que tal vez requieran mejorar y los procedimientos administrativos correspondientes.
MENOS PALABRAS y MANOS A LA OBRA.
La próxima semana trataré el tema de la otra vía: Canal Tamengo y Puerto Busch.
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