La noticia de perfil
Como ustedes saben, fui arrastrado por la vorágine folklórica que también se tragó a la mayoría de los habitantes de esta ciudad maravillosa que cuando se trata de bailar, comer y beber no se hace de rogar, aunque para ello tenga que tirar por las calles y plazas el dinero atesorado durante un año trabajando en duros oficios como ser: carnicería, zapatería, talabartería, orfebrería, sastrería y otros oficios como el contrabando con uno que otro dedicado a las sacrificadas labores de cultivo de la coca con buenos y malos fines.
Zambullido en ese festivo ambiente, me dejé seducir por la tentadora facilidad de beber y comer como si se tratara de honrar a la diosa Venus, y al rico Epulón, pues el milagro más fehaciente del Señor del Gran Poder es alegrar los sentidos, aunque para ello tengas que derrochar todo un año de sacrificios para ahorrar algo que lo gastarás en dar gusto a apetitos que se acrecientan ante el paso voluptuoso de lindas mujeres que nos muestran sus atributos, haciendo a un lado las promesas de llevar una vida virtuosa, que fueron formuladas pocos días antes.
Sin embargo en medio de esa euforia pagana y religiosa supimos -no sin esfuerzo- guardar algo de compostura, aunque en mi caso (como ya lo dije muchas veces), yo resisto todo, absolutamente todo, menos las tentaciones.
Lo prodigioso en este derroche de goce para los sentidos, una extraña intervención del Todo Poderoso, nos libra de convertirnos en pecadores públicos frente y a veces detrás de alguna moza bien pertrechada en físicos atributos. Ese es el verdadero milagro del famoso Jesús del Gran Poder, que durante dos semanas nos sumerge en una serie de fiestas rituales donde los unos hacen de anfitriones y todos de invitados, no faltando los coladores “que hacen de las suyas” aprovechando de la esplendidez de los más afortunados y acaudalados organizadores. Es todo un ritual que comienza con un desayuno a base de cerveza y fricasé para continuar con un almuerzo opíparo sazonado de ajíes y locotos que avivan la sed de la concurrencia, para después asistir al baile de la tarde con el ánimo algo melancólico y algo alcohólico impreso en el ambiente.
El lector desprevenido podría pensar que la duración de la fiesta es marcada por la hora que han fijado las inocentes autoridades municipales y de cultura, además de los organizadores de folkloristas, cuya aspiración manifestada públicamente es la de proponer a la Unesco que este conjunto de danzas, bailes y bandas musicales pudiera ser proclamado “Patrimonio Cultural e Intangible de la Humanidad”, propósito al que como buen paceño me adhiero, apoyado por mi discípula periodística que siendo devota de la Virgen de Urkupiña no tiene reparos en mover el esqueleto por las calles de la ciudad de La Paz, escenario de una serie impresionante de danzas buenas y malas que ejecutamos embriagados de nuestro fervor religioso y fiestero.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |